El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, apremió a los gobiernos a cambiar los modelos económico y social para evitar que la pobreza y la desigualdad que afectan a la humanidad se sigan agudizando.

México es uno de los países más afectados a lo largo de esta crisis, una de las que no hemos provocado nosotros y que estamos pagando y seguiremos pagando los costos.

Al participar en la reunión plenaria Crisis globales, impactos locales, como parte de los trabajos preparatorios del tercer congreso de la Cumbre Mundial de Líderes Locales y Regionales 2010, Narro Robles compartió el planteamiento de la alcaldesa de Ginebra, Sandrine Salerno, quien minutos antes advirtió: Parece que no se ha entendido que el sistema, el modelo, debería revisarse a profundidad y transformarlo.

El rector se definió como una persona que piensa que hay que atreverse a cambiar, que podemos construir nuestras propias utopías y transformarlas en realidad. Lo que hoy vivimos fueron utopías de otras generaciones que se atrevieron a hacerlo.

Por ello pidió a los representantes de 114 países, reunidos en el teatro Metropólitan, si me obligan a exigir a nuestros gobernantes, que revisen a fondo las condiciones de lo que pasa en el planeta y hacer los ajustes inmediatos y concretos, y dar los pasos que se requieran para eliminar los muchos problemas que afectan a la humanidad.

Narro Robles calificó las diferencias que hay entre los países menos desarrollados y los más desarrollados de poco éticas, abismales y realmente dignas de pena a todos los seres humanos... son verdaderamente abrumadoras.

Puntualizó que la crisis ha afectado a todos y golpeado donde más duele, como la gente que vive en condiciones de pobreza, los jóvenes, las mujeres y los grupos indígenas.

El rector señaló que si bien es cierto que América Latina no es la región más pobre del planeta, sí tiene el dudoso y poco honorífico título de ser la región más desigual del mundo.

En materia ambiental remarcó que si no se actúa de inmediato se transmitirá a las próximas generaciones la factura que ya se paga con vidas humanas.

Lamentó que no se tome conciencia clara en la humanidad de la dimensión que tiene el problema demográfico. En 1900, hace apenas poco más de un siglo, eran mil 600 millones de seres humanos los que habitaban el planeta. Hoy estamos muy próximos a llegar al habitante 7 mil millones. Habremos en poco más de un siglo multiplicado por cuatro veces y medio el tamaño de la población.

El rector de la UNAM recordó algunas cifras: hay 800 millones de analfabetos, dos terceras partes de ellos mujeres, la esperanza de vida en algunos países de África es de 35 años, lo que contrasta con los 82 que tiene Japón y Australia, que está próxima a alcanzarlo o alguno de los países nórdicos. Mil 400 millones de personas viven en pobreza y en pobreza extrema, y mil 200 millones padecen hambre.

Apoyado en estos números, resumió: La crisis global, la que vivimos, la que nos afecta, la financiera, la social, la ambiental, tiene en el fondo una crisis del sistema de valores de los seres humanos.

Luego de escuchar las presentaciones de los alcaldes de Lisboa, China, Seúl y Ginebra, José Narro bromeó: No quiero ser alcalde de mi pueblo. Soy de Saltillo, Coahuila, para que no haya confusiones.