Servando Gómez Martínez, La Tuta, uno de los jefes del cártel de La Familia, está acabado emocional y físicamente, declaró a la Policía Federal Sergio Moreno Godínez, El Amarillo, presunto jefe de plaza de esa organización en el municipio de Lázaro Cárdenas, Michoacán, quien fue detenido por agentes federales el pasado martes.

Durante el interrogatorio a que fue sometido por la Policía Federal, Moreno Godínez también afirmó que La Familia se encuentra en decadencia y mal estructurada.

El Amarillo comenzó a trabajar para La Familia en 2008, antes de lo cual se desempeñó 12 años como policía ministerial en Michoacán. Supuestamente, en dos años logró posicionarse como jefe de plaza debido a la detención de sus antecesores, y por ello también pudo obtener la confianza de los principales líderes de esa organización, entre ellos Servando Gómez Martínez, La Tuta.

Tras su detención en la carretera Pátzcuaro-Uruapan, la Policía Federal interrogó a El Amarillo antes de ponerlo a disposición del Ministerio Público Federal. A pregunta expresa acerca de la colocación de mantas y la publicación de desplegados en los que La Familia ofreció disolverse si las autoridades les garantizaban que iban a dar protección a los habitantes de Michoacán, el presunto delincuente dijo que esa acción tiene una doble intención: “Limpiar la imagen de la organización delictiva ante la sociedad, en particular de La Tuta, y ejercer presión para que la Policía Federal se retire de la entidad”.

En ese contexto, se le cuestionó sobre la situación que vive el cártel de La Familia. Señaló que ahora la organización está muy... va en decadencia; está ya muy mal estructurada... ya no tiene mucho personal.

De maestro normalista, al narco

Supuestamente, Servando Gómez está muy acabado... físicamente, emocionalmente y de salud... se le ve como que ya no quiere problemas, supuestamente por eso pensó en que si las autoridades realmente daban seguridad a los michoacanos, la organización entregaría sus armas.

De acuerdo con información del gobierno federal, La Tuta “fue maestro normalista y en la actualidad se dedica a actividades relacionadas con el narcotráfico. Es considerado lugarteniente regional de la organización de La Familia.

Después de abandonar las aulas para sumarse a la delincuencia se convirtió en uno de los hombres más violentos de ese grupo criminal, al grado de ser capaz de asesinar sólo porque quien le leía las cartas del tarot le revelaba que supuestamente alguien lo traicionaba.

El 29 de enero de 2009, Servando Gómez Patiño, El Pelón –hijo de La Tuta– declaró a la Procuraduría General de la República que su padre “comenzó a traficar mariguana por cuenta propia aproximadamente en 2001 o 2002; posteriormente se unió al cártel de La Familia, donde coordina a algunos lugartenientes y supervisa la recolección de cargamentos de drogas, principalmente de mariguana, para enviarla a Baja California, específicamente a la ciudad de Mexicali”.