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Enojo contra Berlín por prolongar la vida útil de centrales atómicas

Protestas en Alemania por el transporte de residuos nucleares de Francia al país
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Miles de alemanes se manifiestan en Dannenberg contra el convoy con residuos nucleares francesesFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de noviembre de 2010, p. 29

Berlín, 6 de noviembre. Decenas de miles de alemanes protestaron hoy contra el transporte de residuos nucleares provenientes de Francia y la decisión del gobierno de centroderecha de Angela Merkel de prolongar por 12 años la vida útil de las centrales atómicas.

El convoy de 14 vagones y 308 contenedores, con 123 toneladas de residuos nucleares vitrificados, entró en Alemania cruzando el puente sobre el río Rin que va desde Estrasburgo a Kehl.

Las asociaciones ecologistas Greenpeace y Salir de lo Nuclear siguen el convoy de cerca. Ambas afirman que se trata del transporte más radiactivo jamás realizado, pero Anne Lauvergeon, presidenta del grupo francés Areva, propietario de los desechos, juzgó de ridículo el comentario.

Los organizadores de las protestas dijeron que unos 50 mil activistas se dieron cita en la localidad de Dannenberg, donde está previsto que este domingo llegue el convoy ferroviario.

En la región del norte, los manifestantes se disponen a bloquear el mayor tiempo posible el arribo de los desechos al depósito transitorio en la mina de sal de la localidad de Gorleben.

En la frontera franco-germana protestaron cerca de 2 mil personas y unas mil 500 ocuparon temporalmente las vías ferroviarias, lo que obligó al tren a modificar su ruta en dirección al norte.

En Dannenberg, donde los contenedores serán descargados para ser transportados por camiones al depósito, los manifestantes acusaron al gobierno de venderse a los grandes grupos energéticos.

Merkel, por su parte, fustigó las amenazas de ambientalistas de retirar el canto de relleno de las vías para socavarlas y frenar el paso del cargamento nuclear. Parece muy inofensivo, pero es un delito, afirmó la canciller federal.

Los manifestantes cuestionan la seguridad de la mina de sal de Gorleben y además temen que sea declarada depósito definitivo de residuos nucleares. Hasta ahora, el uso como depósito es temporal, a la espera de una decisión final del gobierno alemán.

Las protestas populares también van dirigidas contra el gobierno de Merkel, que decidió prolongar la vida útil de las 17 centrales nucleares en funcionamiento por un promedio de 12 años y revocar el apagón gradual hasta 2022 acordado en 2000.