Otra vez Washington se queda en espera de su envío para juzgarla por tráfico de drogas
Juzgadores han opinado que la solicitud no se ajusta al tratado bilateral firmado en la materia
Miércoles 3 de noviembre de 2010, p. 10
Un juzgado federal en materia de amparo detuvo este martes de manera provisional la extradición a Estados Unidos de Sandra Ávila Beltrán, conocida como La reina del Pacífico, quien es requerida por aquel gobierno para ser juzgada en la corte federal del distrito sur de Florida por su presunta responsabilidad en tráfico de narcóticos, según fuentes del Poder Judicial Federal.
De acuerdo con las fuentes fue el juzgado décimo tercero de distrito en materia de amparo con sede en el Palacio de Justicia de San Lázaro el que concedió la suspensión provisional hasta en tanto no se resuelva el fondo de su demanda de amparo.
El litigio puede prolongarse hasta un año en caso de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo atraiga para su conocimiento debido a que se impugnan diversos artículos de la Constitución.
El pasado 29 de octubre, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) determinó que Ávila Beltrán (detenida en México en septiembre de 2007) sí debe ser extraditada a Estados Unidos, pese a que dos jueces se habían pronunciado previamente en contra de la entrega de la acusada, pues estimaron que el pedido estadunidense no se ajusta a la Ley de Extradición Internacional ni al tratado en la materia firmado entre ambos países.
Los fiscales de Estados Unidos presentaron como prueba ante un juez federal de ese país una conversación telefónica interceptada al colombiano Manuel López Correa, en la que el sudamericano platica sobre un adeudo que tenía por 100 kilos de cocaína colocados en Chicago. Supuestamente sus interlocutores son el colombiano Juan Diego Espinoza, El Tigre, y la pareja sentimental de éste, a la que sólo identifica en la llamada con el alias de La reina (Ávila Beltrán).
La prueba
Esa prueba también fue utilizada por los fiscales mexicanos para obtener la orden de aprehensión ante autoridades judiciales federales, con la cual se consiguió arrestar a Ávila Beltán en el Distrito Federal.
Cuando esta petición de extradición estuvo en manos del juez decimoctavo de distrito del Reclusorio Norte, Fernando Córdova, éste opinó que la presunta narcotraficante no debía ser extraditada, porque existía la duda fundada de que ella fuera la mujer que en verdad perseguían las autoridades de Estados Unidos.
La decisión del juzgado, emitida el 12 de enero pasado, se basó en un dictamen pericial que se realizó al audio, el cual concluyó que la voz de la conversación no correspondía con la de La reina del Pacífico.
En respuesta, las autoridades estadunidenses integraron un nuevo expediente en el que reiteraron la solicitud de extraditar a Ávila Beltrán.
La nueva petición de Washington pasó a estudio de la titular del juzgado quinto de distrito del Reclusorio Oriente, Olga Sánchez Contreras.
Hace dos meses, la juez Sánchez Contreras también opinó en contra de la extradición pues concluyó que la voz en esa llamada no correspondía a la de Ávila Beltrán.
La decisión de la cancillería mexicana fue contraria a la de los dos jueces federales, por lo que La reina del Pacífico, mediante su equipo de abogados, tramitó el juicio de amparo para frenar varios meses su extradición.