Miércoles 3 de noviembre de 2010, p. 9
Ante el incremento de la violencia en el país, se prevé que en la 90 asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) los jerarcas católicos emitan un mensaje exhortando a no perder la esperanza, a optar por la vida y a entender que el único caminos es la paz, señaló Antonio Camacho Muñoz, secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación.
“Va a haber de parte de los obispos una palabra de esperanza, de vida y de seguridad a la gente, porque ante la situación de violencia que se ha recrudecido más, la Iglesia tiene que dar aliento.
La gente busca afianzarse de algo, y la Iglesia tiene un rol importante al brindar fortaleza, por lo que se espera un mensaje en ese sentido... los obispos están preocupados por la inseguridad y la violencia.
Admitió que las muertes a diario en diversos estados apuntan a fallas en el combate al crimen organizado, y en tal sentido aseveró que la única forma de contrarrestar la violencia es la paz y no instigar a más agresiones.
La violencia se acaba con la paz. México necesita un grito de paz, no de violencia, y eso se tiene que construir entre todos los actores de la vida social, económica, política y cultural. Si no hay ese grito de paz, México va a seguir en picada
, indicó.
La postura de clérigos
El clérigo subrayó que los cardenales, obispos y arzobispos del país expusieron su postura sobre la forma en que se debe enfrentar la violencia, en una carta pastoral de febrero pasado.
Añadió que ojalá los políticos y los gobernantes conocieran ese documento, porque ahí hay muchas líneas que pueden ayudar a restablecer este resquebrajamiento del tejido social
.
Indicó que el tema central de asamblea será la misión continental, lo que implica renovación pastoral para que la fe llegue a todos los ámbitos sociales y no se quede sólo en el templo
. Dijo no saber si en la asamblea se tocará también el tema de las ligas de religiosos con integrantes de grupos criminales, como ha sido denunciado en días recientes.
Dejó entrever que eso no es generalizado, pues 99.9 por ciento
de los clérigos no tiene ese tipo de conocidos. Como en todo, en el arroz siempre hay un frijol, y nos fijamos más en éste; la Iglesia está conformada por seres humanos, y estamos propensos a este tipo de situaciones, pero también es cierto que es algo muy particular y aislado, pero estamos conscientes de que ello no está bien ni para la Iglesia ni para los fieles
.