Las políticas laborales de equidad de género en el país son simuladas, ya que no garantizan a la mujer la capacidad de decidir e influir dentro de las empresas, señaló Gustavo Garabito Ballesteros, investigador del Seminario Permanente de Estudios de Trabajos Atípicos de la unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Indicó que las mujeres no alcanzan puestos estratégicos debido al llamado techo de cristal. Otro problema grave es que no se contrate a embarazadas, o que sean despedidas, y que las madres no cuenten con flexibilidad de horario para poder atender a sus hijos.

Una encuesta sobre la inclusión laboral del género femenino en México, realizada por la empresa de recursos humanos Manpower, indica que 70 por ciento de las empresas consultadas afirma que su productividad se ha incrementado desde que se incluyó a mujeres en la alta gerencia.

Sin embargo, menos de 20 por ciento de las posiciones gerenciales está en manos de una mujer. El estudio también determinó que en 57 por ciento de las empresas encuestadas las trabajadoras representan menos de 40 por ciento de la plantilla laboral.

El investigador afirmó que la equidad de género en materia de trabajo tiene que ver no sólo con la contratación de personal femenino, sino con la posibilidad de llegar a puestos realmente efectivos en función de su desarrollo profesional, además de un salario acorde a su profesión.

De acuerdo con la encuesta, menos de la mitad de las empresas cuenta con políticas de equidad de género.

Garabito Ballesteros apuntó que para revertir la situación se requiere de mayor vigilancia por las autoridades federales.

Las trasnacionales, a escala global, pueden hablar de gran equidad de género, pero porque incluyen a países como Alemania, Dinamarca y Japón, donde la participación de la mujer en mandos superiores es muy alta, apuntó el investigador.