El esfuerzo fiscal de la Ley del Primer Empleo ascenderá a unos 7 mil millones de pesos en 2011, con los cuales se espera apoyar la apertura de más de 200 mil puestos de trabajo afiliados al Seguro Social, una vez que el gobierno federal absorberá 40 por ciento del costo de la nueva mano de obra, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En conferencia de prensa con sus especialistas en Planeación, Ingresos y Gasto, la dependencia afirmó que México tiene uno de los precios de gasolina más baratos del mundo, y en consecuencia anunció que en 2011 continuará el aumento gradual de los combustibles; reconoció que la apreciación del peso frente al dólar puede afectar la política de ingresos petroleros del próximo año; dijo que los bonos catastróficos contra terremotos y huracanes no se activaron porque los siniestros ocurrieron en zonas no aseguradas, e indicó que la deuda total del sector público mexicano asciende a 4 billones 565 mil millones de pesos, que representa 35 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Miguel Messmacher Linartas, titular de la Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública, explicó que la Ley del Primer Empleo implica una reducción de 7 mil millones de pesos en la recaudación fiscal del próximo año, la cual se espera resarcir con algunas de las otras modificaciones que se realizaron en lo aprobado por los legisladores en la Ley de Ingresos de 2011 aprobada por las cámaras de Diputados y Senadores hace menos de una semana.

Por su parte, el jefe de la Unidad de Política de Ingresos, Juan Manuel Pérez Porrúa, dijo que la Ley del Primer Empleo implica un estímulo importante a la contratación de nuevos empleados o de empleados que nunca habían estado en el Seguro Social, debido a que 40 por ciento del costo de la mano de obra va a ser absorbido por el gobierno federal en forma de una mayor deducción en el impuesto sobre la renta. Calculó que a lo largo del próximo año la medida pudiera beneficiar a más de 200 mil trabajadores.

Pérez Porrúa apuntó que la Ley del Ingresos 2011, ya aprobada, tiene implícito considerar un aumento paulatino, ningún aumento abrupto, en el precio de las gasolinas, y aseguró que la dimensión de las alzas dependerá de las condiciones del mercado, muy parecido al que se ha observado en los últimos meses.

Los precios internacionales de la gasolina, abundó, fluctúan estacionalmente: suben en el verano, por el incremento de la demanda de transporte de los vacacionistas, y se contraen en invierno. Pero con todo, afirmó, México tiene uno de los precios de gasolina más baratos del mundo.

El jefe de la Unidad de Política de Ingresos dio a conocer el precio en pesos de lo que se paga por un litro de gasolina Magna en diversos países: 22.1 pesos en Reino Unido, igual que en Alemania; en Italia, 21.7; 21.01 en Francia; 19.66 en Japón; en España 18.71; en Brasil, 18.28 pesos por litro; 15.38 en India; 13.07 en Chile; 12.94 en Costa Rica; 12.61 en Perú; 12.19 en Canadá; 11.99 en China; 10.80 en Guatemala; 9.21 en Argentina; 9.19 en Nueva York y 10.18 en Los Ángeles; el precio promedio en Estados Unidos es equivalente a 8.86 pesos por litro, y en México está a 8.60 hasta el sábado 13 de noviembre.

En cuanto a la apreciación del peso frente al dólar, que en los últimos dos meses lleva una revaluación de 6.67 por ciento, Messmacher dijo que el tipo de cambio se está apreciando con respecto a lo que habíamos visto y lo que supusimos en los Criterios Generales de Política Económica, en lo cuales se consideraba una paridad promedio de 13.8 pesos por divisa estadunidense.

Luego precisó: sí hay cierto riesgo de que el tipo de cambio el próximo año resulte más apreciado de lo que originalmente teníamos en el programa. Claramente, agregó, el tipo de cambio afecta los ingresos públicos, preponderantemente los petroleros.

Puntualizó: nosotros exportamos petróleo. Después esos ingresos en dólares por nuestras exportaciones los convertimos en pesos y se materializan en ingresos en pesos, que son los que incluimos y dan sustento a las estimaciones en la Ley de Ingresos de la Federación. En fin, se cambian menos pesos por cada dólar, en la medida en que la moneda mexicana se revalúa frente a la divisa estadunidense.

En cuanto a los bonos catastróficos, Messmacher Linartas aclaró que claramente tienen un costo, que no definió, e informó que para 2010 se contrataron dos. Uno contra daños sísmicos en la región centro del país, y en la región que está arriba de la falla que tenemos en el Pacífico, pero en la medida en que no hubo problemas allí, pues ese bono catastrófico para terremotos en esa zona central no entró en vigor.

El otro bono se contrató para daños por huracanes en toda la Península de Yucatán y también en la parte sur de la costa del Pacífico, donde típicamente tenemos los problemas recurrentes de huracanes. Pero como este año no ocurrieron esos fenómenos en las zonas cubiertas por el bono, pues tampoco se usó.