Ayer falleció otro bebé; una víctima más podría ser uno de los dueños del negocio de cohetes
Se abrió investigación por homicidio, confirman autoridades de la procuraduría capitalina
Martes 2 de noviembre de 2010, p. 35
El número de fallecidos por la explosión ocurrida en Iztacalco el sábado pasado ascendió a ocho con la muerte de otro bebé. Desde el incidente, además de las cinco personas que perecieron en el lugar, tres de siete heridos han muerto en el hospital, debido a la gravedad de las heridas.
Asimismo, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) dio a conocer la identidad de cinco de las personas fallecidas: María del Carmen Valencia Pérez, de 27 años; Mercedes Valencia López, de 41; Jesús Pompa Gutiérrez, de 40; Roberto Carlos Hernández Valencia, de tres, y María Fernanda Hernández Valencia, de siete meses.
No se reveló el nombre del bebé, cuyo fallecimiento fue reportado ayer, y siguen sin ser identificados otro menor de edad y un adulto.
Las personas hospitalizadas fueron identificadas como José Antonio Escutia Herrera, de 49 años, quien se encuentra en el Hospital de Xoco; Ricardo Campos Ramos, Carolina Flores y Carmen Valencia, en el de Balbuena, y un hombre no identificado en el hospital Rubén Leñero.
Según fuentes judiciales, entre las víctimas fatales, además de los habitantes de la casa, quienes se dedicaban a la maquila de cohetes, podría estar uno de los dueños del negocio.
Las autoridades capitalinas buscan más personas relacionadas con esta explosión, ocurrida en un inmueble de la calle Sur 157, casi esquina con Oriente 120, de la colonia Ampliación Gabriel Ramos Millán, para fincar las responsabilidades correspondientes por el manejo clandestino de explosivos y la muerte de ocho personas hasta ayer.
Autoridades policiacas no han confirmado la detención de personas por estos hechos o por el hallazgo en un inmueble aledaño de material explosivo consistente en 900 cohetones, 50 kilos de pólvora y 250 cohetes.
Autoridades de la PGJDF confirmaron que hay una investigación por homicidio y la Procuraduría General de la República investiga la adquisición y utilización del material.