Lunes 1º de noviembre de 2010, p. 37
El dictamen en torno a la reforma de leyes en materia de salud y de educación que pretende regular la venta de comida chatarra en escuelas de educación básica, públicas y privadas, carece del nivel de respuesta que se requeriría del Legislativo en nuestro país, cuando tenemos la población con el mayor nivel de peso y obesidad
, señaló Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
Advirtió que no se están tocando los intereses de las empresas ni lo que los expertos llaman ambiente obesigénico. No hay nada sustancial para el ruido que le han hecho
, apuntó.
Calvillo afirmó que lo único importante de dicho dictamen es que establece un camino para sancionar a las cooperativas escolares que no cumplan con los lineamientos y la creación del Observatorio Nacional de Alimentación y Nutrición.
Sin embargo, en temas fundamentales como la venta de alimentos y bebidas con edulcorantes, la orientación nutricional y la publicidad de comida chatarra dirigida a niños, no plantea nada nuevo
, dijo.
En lo que hace a la publicidad, se establece que ésta no debe engañar al consumidor, lo cual –dice Calvillo– ya está en la Ley Federal de Radio y Televisión, en la Ley Federal de Protección al Consumidor y en el Reglamento a la Ley General de Salud en materia de publicidad.
Es decir, le dan la vuelta al tema de la publicidad y así desoyen la recomendación de mayo pasado de la Organización Mundial de la Salud, que establece que el gobierno es responsable de los daños que está generando la publicidad dirigida a niños y que es obligación del gobierno reducir o eliminar este impacto en los hábitos alimentarios
, aseveró.
Calvillo subrayó que existe un gran desconocimiento de las políticas públicas que se están implementando a escalal mundial y, por otro lado, una gran influencia de las empresas para que no se toquen los aspectos fundamentales.