Integrantes del frente amplio contra la supervía poniente aseguraron que el operativo que realizó el Gobierno del Distrito Federal (GDF) durante la madrugada del domingo en el Cerro del Judío tenía como objetivo desmantelar su campamento, al tratar de bloquearlo con estructuras metálicas de más de dos metros de altura a los predios expropiados y permitir el ingreso de trabajadores de la empresa Controladora Vía Rápida Poetas a La Malinche.

Sin embargo, el gobierno capitalino afirmó que el dispositivo fue únicamente para comenzar un estudio de mecánica de suelos en avenida Luis Cabrera. Al final, el GDF no ocupó los terrenos expropiados y sólo se instaló una valla metálica en el camellón de la avenida Luis Cabrera.

Ya son más de tres meses en que la administración local se ve imposibilitada de entregar dicho polígono a la empresa concesionaria.

La Secretaría de Seguridad Pública local (SSP-DF) informó que en el despliegue participaron 700 granaderos. Los opositores aseguraron que el número de uniformados rebasó mil 500.

El operativo fue coordinado por dos subsecretarios: Héctor Hernández Llamas y Darío Chacón. Este último es el principal mando operativo de la policía capitalina.

Casi 24 horas antes de que elementos del cuerpo de granaderos rodearan los accesos a La Malinche, el frente amplio denunció, en su comunicado número 30, que una fuente proveniente del propio gobierno les advirtió que ya se había tomado la decisión de reprimirlos y desmantelar su movimiento de resistencia. Horas después aseguraron que el operativo comenzaría pasada la medianoche.

Las alertas fueron respondidas por cientos de personas. Algunos se trasladaron a La Malinche y para las 19:30 horas ya se había activado la red de apoyo que conforman integrantes de organizaciones de la sociedad civil, universitarios y habitantes de varias demarcaciones.

El factor sorpresa que supuestamente pretendían las autoridades se vino abajo. Alrededor de las 21:30 horas funcionarios del gobierno difundieron a algunos medios de comunicación que la finalidad del despliegue era el ingreso a La Malinche.

Ubicados en diferentes puntos como Periférico, Luis Cabrera, el parque de la Loma y la colonia El Tanque, los granaderos avanzaron hacia la zona expropiada.

Los integrantes del plantón decidieron no tocar las campanas hasta que los uniformados intentaran ingresar a la colonia. La idea era impedírselos de manera pacífica.

Al final, los granaderos se quedaron en el cruce de San Jerónimo y Luis Cabrera. Esta última vialidad la cerraron con vallas por más de seis horas mientras decenas de trabajadores de la concesionaria instalaban un muro metálico en el camellón.

A los granaderos se sumaron rondines de 14 patrullas de la procuraduría capitalina y al final de la jornada los opositores aseguraron que la presencia de activistas sociales, visitadores de la Comisión de Derechos Humanos del DF y de representantes de los medios de comunicación abligaban al gobierno a ceder en su intención de ingresar por la mala a La Malinche.