Los daños a por lo menos 20 viviendas afectadas por la explosión que ocurrió en un taller clandestino de fabricación de juegos pirotécnicos en la delegación Iztacalco empezaron a ser evaluados. Mientras personal de Protección Civil y de Obras comenzó los trabajos de limpieza y remoción de escombros, el titular de la demarcación, Francisco Sánchez Cervantes, se comprometió a apoyar a los deudos con los gastos funerarios y a proporcionar materiales para la reconstrucción de las casas afectadas.

Ayer por la mañana, el escenario de destrucción en la calle Sur 157 de la colonia Ampliación Gabriel Ramos Millán, a un kilómetro de la sede delegacional de Iztacalco, era el mismo.

Vecinos de la zona recordaron los momentos de temor que vivieron cuando se cimbraron sus viviendas por el estruendo de la detonación que ocurrió la tarde del sábado.

El jefe delegacional de Iztacalco, Francisco Sánchez, recorrió la zona afectada y señaló que una vez concluida la investigación que realizan las autoridades judiciales para conocer las causas de la explosión en el predio marcado con el número 1425 de la citada calle, se les dará a las familias afectadas material de construcción para que reparen las viviendas.

Algunos vecinos aseguraron que el taller dedicado a la fabricación ilegal de explosivos tenía varios años instalado en la colonia. Incluso señalaron que habían presentado denuncias en la delegación para evitar que siguiera operando.

Ante los reclamos, Sánchez Cervantes señaló que durante el tiempo que lleva su administración no tiene registros de denuncias que hayan sido presentadas por vecinos de la colonia sobre la fabricación ilegal de cohetes y su comercialización.

Ante las versiones que surgieron sobre la operación ilegal de talleres dedicados a la fabricación de explosivos que presuntamente se instalaron en Iztacalco, el funcionario exhortó a los habitantes a presentar las denuncias correspondientes para evitar incidentes lamentables, como los que ocurrieron en esta ocasión.

Asimismo, se hizo la revisión del mercado Zapata Vela, que se encuentra a espaldas de la casa donde ocurrió la explosión. Personal de Protección Civil detectó algunos tanques de gas en malas condiciones, por lo que tendrán que ser reparados por los locatarios.

La jurisdicción sanitaria de Iztacalco habilitó el Centro de Salud Ramos Millán como albergue. Informó que seguirá como refugio temporal para las familias que fueron desalojadas. El día del incidente, 16 personas pasaron la noche en ese lugar por el daño que tuvieron sus hogares.