Demandan ONG imparcialidad en elegidos
Domingo 31 de octubre de 2010, p. 14
Imponer como consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) a personajes sin trayectoria adecuada o ligados a grandes empresas, pondría en riesgo el funcionamiento de dicho organismo, de cara a unas elecciones presidenciales en 2012 que se anticipan como difíciles y conflictivas.
Así lo advirtieron miembros de organizaciones no gubernamentales, quienes analizaron la reciente polémica que ha generado el proceso de sustitución de los consejeros Marco Gómez, Virgilio Andrade y Arturo Sánchez, cuyos puestos deberán ser cubiertos el próximo 1º de diciembre.
Sin claridad
Jesús Cantú, integrante del Comité Conciudadano para la Reforma Electoral, señaló que a pesar de los requisitos para estudiar el nivel de conocimientos y el compromiso democrático de los aspirantes al cargo, no hay claridad sobre los motivos por los que unos quedan fuera y otros siguen.
Hoy tenemos 17 semifinalistas, y entre ellos se puede sacar una terna que fortalezca al IFE y le dé confianza a la ciudadanía, pero también hay personas con características muy contrarias a eso. El panorama es oscuro, y parece que estamos frente al sombrero del mago, del que va a salir un consejero, en este caso
, afirmó.
Integrar al organismo electoral a personas cuya imparcialidad es cuestionable, dijo, tendría consecuencias funestas, ya que en 2012 se avizoran unas votaciones conflictivas, con el agravante de que en esta ocasión los problemas podrían empezar dos años antes de que abran las urnas
, enfatizó.
Rogelio Gómez Hermosillo, presidente de Alianza Cívica, señaló por su parte que la actual controversia se debe a que los partidos políticos olvidan que sin un árbitro autónomo y capaz de resolver conflictos, el sistema puede comenzar a fallar muy pronto.
Entre 1995 y 2003, consideró, el IFE tuvo capacidad suficiente para resolver disputas, pero a partir de 2004 ese buen trabajo se tiró a la borda
, y desde entonces se sigue debilitando su estructura, lo que puede resultar muy negativo para la democracia del país.
Poner a empleados de empresas como consejeros electorales no sirve, porque puede haber conflicto de intereses. El punto clave es elegir a personas con ética profesional que no estén dispuestos a perderla, y cuyos intereses no tengan que ver con los de los grupos de poder. Suena muy utópico, pero es la única forma de construir instituciones sólidas
, aseveró.