Por segunda ocasión el Gobierno del Distrito Federal organizó un paseo nocturno de bicicletas en calles del Centro Histórico. En esta ocasión, ante la cercanía de la celebración de los santos difuntos, algunos ciclistas llegaron disfrazados.

Mariposas, hombres lobo, piratas, brujas, momias y esqueletos pedalearon en calles como Madero, Reforma, Belisario Domínguez y 20 de Noviembre.

Uno de los puntos donde se registró mayor actividad fue la Plaza de Santo Domingo. Entre el portal de evangelistas y la antigua aduana de la ciudad de México se instalaron una estación de servicio, una tarima del programa Muévete y métete en cintura, que organiza la Secretaría de Salud local y un puesto de préstamo gratuito de bicicletas.

Las 60 bicicletas que dispusieron las autoridades resultaron insuficientes pues la fila de ciudadanos en busca de una unidad rebasó las expectativas.

Integrantes del Instituto de la Juventud explicaron que había alrededor de 240 bicicletas disponibles, repartidas en cuatro módulos. Tan sólo en la carpa que se instaló frente al Antiguo Palacio de la Inquisición se formaron más de 150 personas en busca de una unidad.

El gobierno lo organizó y los ciudadanos se encargaron del ambiente. Una de las mayores atracciones fue el grupo que conformó la familia Flores. En más de 12 bicicletas unas 20 personas cubrieron el recorrido de 4 kilómetros. Todos estaban disfrazados y portaban un aparato de sonido. Manuel Flores conducía un vehículo de tres ruedas. En la parte posterior viajaban su esposa y dos hijos.

No es triciclo, bicicleta de carga, pues el cajón trasero sólo tiene la finalidad de transportar a la familia, explicó el hombre vecino de la colonia Jalalpa.