Buenos Aires, 29 de octubre. Impactantes escenas similares a las sucedidas en esta capital se observaron a la llegada de los restos del ex presidente Néstor Kichner a Río Gallegos, capital de Santa Cruz, donde miles de personas esperaban bajo un frío intenso a los lados de la autopista 17 de Octubre para rendir el último homenaje a quien fue intendente de esa ciudad y tres veces gobernador de la provincia.

Fue difícil para los integrantes del cortejo llegar al cementerio municipal.

Entre los cánticos de la multitud –que coreaba el sobrenombre Lupo, surgido de su similitud, cuando era extremadamente delgado, con la del detective de leyenda Arsenio Lupin, según dicen–, llantos y aplausos, el cortejo tardó horas en avanzar y por momentos la multitud desbordó, rodeando el carro fúnebre y a la presidenta Cristina Fernández, acompañada por sus hijos, Máximo y Florencia, a quienes alentaron emotivamente.

La acompañaban el presidente Hugo Chávez y sus hijas. El mandatario venezolano se quedó en el país en un gesto de solidaridad y amistad, y estuvo junto a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, familiares, amigos y compañeros de militancia de toda la vida, que viajaron también a Santa Cruz.

Así como cuando llegó por primera vez a su lugar natal después de haber asumido la presidencia del país en mayo de 2003, donde se produjo un festejo nunca vivido en el lugar, la población se lanzó a las calles para despedirlo, con escenas de dolor y actos de profunda emotividad, agitando banderas en las que se leía un enorme “gracias, Lupo”.

Desde temprano las calles habían sido ocupadas por familias y militantes de organizaciones políticas, sociales y sindicales. Entre quienes aguardaban el paso del cortejo se destacaba una nutrida delegación de los mineros de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, señaló la agencia oficial Télam.

Una partidaria del ex mandatario, en la capital argentinaFoto Reuters

Dos días de duelo y la semana que viene redoblamos, fue la frase que afirman que dijo Cristina a sus colaboradores, cuando trataba de tomar fuerzas a pocas horas de la muerte de su esposo, cuyo sacrificio decidió honrar.

Todos los que la vieron en esos momentos sostienen que estaba arrasada por el dolor, pero fue recuperando su entereza y en estas horas en que recibió el multitudinario respaldo del pueblo se afirmó su decisión de no aflojar, de mantener el compromiso, de honrar a su esposo en todos su actos, dijo un colaborador cercano a este periódico.

Los miembros del gabinete no tienen dudas de que la mandataria no sólo continuará, sino que profundizará el camino trazado desde 2003.

Durante el velatorio, la multitud reunida en Plaza de Mayo coreó insistentemente la consigna de pedirle la relección. Pero aún faltan muchos pasos en la reorganización partidaria.

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, sostuvo hoy que Cristina volverá a trabajar rápidamente, y ya está trazado un acuerdo de gobernadores e intendentes de apoyarla fuertemente para llevar adelante el gobierno. Todos ellos –así como los opositores– están aún impactados por lo sucedido en estas horas, lo cual desbordó todas las expectativas políticas.

De todas las maneras que existen de honrar la memoria de un muerto, la mejor es sentirlo presente por la suma de sus actos. Y eso es lo que buena parte del país está sintiendo hoy por Néstor Kirchner, expresó en una reflexión el intelectual Juan Forn. Por eso los actos se repitieron a lo largo de todo el país y otra historia comienza mañana aquí.