Madrid, 29 de octubre. Marcelino Camacho, el histórico líder sindical español que proclamó a su salida de una cárcel franquista ni nos domaron, ni nos doblegaron, ni nos van a domesticar, y uno de los fundadores de Comisiones Obreras (CCOO) y figura clave en la transición hacia la democracia, murió la madrugada de este viernes.

Camacho, de 92 años y considerado el padre del sindicalismo moderno español, estaba internado desde el pasado día 26 en un hospital de la capital española, para tratarse lo que medios españoles reportaron como una grave enfermedad.

Sindicatos, patronales, gobierno, oposición y la monarquía españolas lamentaron a lo largo del día la muerte del histórico dirigente de la izquierda española.

Camacho era un hombre abierto, firme, coherente y defensor de un sindicalismo de presión-negociación, que desde hace muchos años simboliza la estrategia del movimiento sindical, dijo la Comisión Ejecutiva de CCOO en un comunicado tras su muerte.

Marcelino Camacho luchó en la Guerra Civil (1936-1939), estuvo exiliado y durante la dictadura franquista fue detenido en numerosas ocasiones a causa de su lucha por los derechos de los trabajadores y encarcelado. Pasó en total 14 años en prisión y 13 en el exilio. También militó en el Partido Comunista Español.

A finales de los años 50, fundó junto a otros sindicalistas las primeras comisiones obreras y durante más de una década ocupó la secretaría general de CCOO para después encabezar su presidencia.

Marcelino Camacho ha dedicado una vida entera a laborar por los trabajadores y ha dedicado una buena parte de su vida a conquistar la democracia, las libertades y la libertad sindical en nuestro país, expresó desde Bruselas, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Santiago Carrillo, ex secretario general del Partido Comunista de España, con Josefina Samper, la viuda de Marcelino Camacho, durante el velorio del sindicalista, ayer en MadridFoto Reuters

Merece nuestro profundo aprecio, nuestro sincero reconocimiento y un homenaje colectivo para una persona que ha sido un gran testimonio de coherencia y que tanto ha aportado a la democracia en nuestro país añadió el mandatario.

¡Salud, camarada, siempre adelante, siempre a la izquierda!

La capilla ardiente de Camacho se instaló en el edificio de Comisiones Obreras en la calle de Lope de Vega de Madrid, y este sábado su féretro será trasladado a la Puerta de Alcalá para una despedida, antes de que le den sepultura en el Cementerio Civil.

“Si te encontrabas con Marcelino en el Metro [...] te estrechaba la mano con el calor sincero con el que los viejos luchadores saben animar a las jóvenes generaciones a reconocer y recorrer el camino que ellos trazaron, a través de sencillas palabras: ‘¡Salud, camarada, siempre adelante, siempre a la izquierda!’”, afirma Mario Amorós en el portal de internet Rebelión.

El diario madrileño El País despidió al líder sindical con una nota que abre con una anécdota que lo caracterizaba.

“Cerca de 6 mil trabajadores se agolpaban a las puertas del Ministerio de Trabajo en el verano de 1966. Querían entregar un manifiesto firmado por 25 mil personas. Su título era Ante el futuro del sindicalismo, un documento que se considera la génesis de Comisiones Obreras. La policía franquista disolvió la concentración a golpes y detuvo a cuatro hombres. Uno de ellos era el que luego se convertiría en el primer secretario general de CCOO, Marcelino Camacho”.