Oaxaca, Oax., 29 de octubre. Rubén Maldonado Marmolejo, El Dragón, y José María González Porras, El Chema o El Güero, fueron ejecutados en el atrio del templo de Santo Domingo de Guzmán, ubicado a cuatro cuadras del zócalo de esta ciudad, por dos sujetos que huyeron en motocicletas, informó Javier Rueda Velásquez, secretario de Seguridad Pública.

El Dragón es identificado por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) como integrante de las caravanas de la muerte que en 2006 agredieron a balazos las barricadas con las que se presionaba por la caída del gobernador Ulises Ruiz Ortiz.

Testigos dijeron que las víctimas aparentemente esperaban a alguien en las escaleras del lado sur del atrio alrededor de las 13:30 horas cuando llegaron los dos pistoleros, de unos 25 años de edad, y les dispararon.

Enseguida los asesinos se subieron a dos motocicletas, una negra y otra roja, que con el motor encendido eran manejadas por otros sujetos que los esperaba, para posteriormente huir por el centro histórico.

Marmolejo recibió varios impactos en el cuello y en el lado derecho de su cuerpo, mientras González Porras en la cabeza y en la espalda. Ambos quedaron tendidos, el primero boca arriba y el otro hacia abajo a escasos dos metros de la escultura El Nido que se exhibe en el atrio.

Supuesto ataque a El Talibán

Versiones no confirmadas señalaron que otro porro conocido como El Talibán también resultó agredido y fue trasladado en una ambulancia a la clínica 2002, pero murió cuando era atendido por los médicos. Rueda Velásquez dijo que la agresión a El Talibán no estaba confirmada, y aunque dijo que testigos señalaron haberlo visto minutos antes del asesinato en el sitio de la agresión, eso no es indicativo de nada.

Al lugar arribaron agentes de las policías Federal y Estatal, así como de la Municipal de Oaxaca y de la Agencia Estatal de Investigación, además de peritos y agentes del Ministerio Público para iniciar las investigaciones.

La Procuraduría de Justicia informó que fueron localizados 16 casquillos percutidos calibre 38, dos ojivas de plomo y una cubierta de bronce perteneciente a una bala.

El viernes de la semana pasada fue ejecutado en Tuxtepec Catarino Torres Pereda, dirigente del Comité de Defensa Ciudadana; un día después, en la capital del estado, Heriberto Pazos Ortiz, del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui. Este último fue ultimado por dos hombres que también se desplazaban en una motocicleta.

El gobernador del estado, Ulises Ruiz Ortiz –que encabezaba un acto a escasas cuadras del lugar del crimen de hoy– rechazó que los cuatro asesinatos de alto impacto ocurridos en los ocho días recientes enturbien el fin de su mandato, pues la violencia en Oaxaca no la tenemos tan aguda como en otras entidades.

Pidió esperar el resultado de las investigaciones y no quiso adelantarse a las indagatorias con señalamientos como de que el doble asesinato sea producto de la delincuencia organizada, por conflictos de límites o por diferencias entre organizaciones, como las de San Juan Copala.

El clima social se descompuso en la entidad desde hace cuatro años cuando inició la guerra contra la delincuencia organizada, ustedes son testigos, dijo.

El 11 de octubre de 2006, El Dragón y otros integrantes de las caravanas de la muerte balearon una brigada de la APPO que clausuraba simbólicamente las oficinas de la entonces Secretaría de Protección Ciudadana, con saldo de tres lesionados.

En los 10 años recientes Maldonado Marmolejo fue varias veces demandado penalmente por autoridades de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) por las tomas y saqueos a escuelas y facultades de la institución.

Según declaró recientemente a la prensa, se había retirado de la UABJO para dedicarse a su carrera, la abogacía, e incluso abrió un despacho. En días pasados se incorporó a la dirección de la Asociación de Oaxaqueños por la Superación, que agrupa a tianguistas del valle de Oaxaca.

El Chema o El Güero era integrante del Consejo Nacional de Productividad, que agrupa taxistas y transportistas de pasajeros y carga. También se le consideraba golpeador de esa organización.