Integrantes del Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (Conoc) se pronunciaron en contra del recorte de 2.2 mil millones de pesos al Procampo y propusieron que se redefinan sus objetivos para que los recursos se utilicen en la producción de alimentos en pequeñas y medianas unidades de producción.

Ante la sugerencia de algunas organizaciones campesinas –particularmente de la Confederación Nacional Campesina– de que se reste 10 por ciento de los recursos de Procampo, Oportunidades, Activos Productivos y otros para canalizarlos a la capacitación y extensionismo y elevar la productividad agrícola para dar empleo a más de 100 mil agrónomos desempleados, los integrantes del Conoc insistieron en que ésa no es la solución para que miles de campesinos pequeños y medianos eleven los rendimientos de sus cosechas.

Propusieron realizar cambios radicales en la orientación de las políticas agroalimentarias y respaldar a las pequeñas unidades de producción; incentivar la regeneración de suelos agrícolas y la utilización de buenas prácticas de cultivos, e impulsar una nueva cultura de corresponsabilidad entre productores y Estado, así como de transparencia y rendición de cuentas.

Dicho programa debe tener un monto asignado de al menos 16 mil 150 millones de pesos, con una actualización anual equivalente al índice nacional de precios al consumidor, y además establecer en 30 hectáreas el tope del apoyo a beneficiarios elegibles del Procampo, en lugar de las 100 actuales, y para un solo ciclo agrícola.

De aprobarse esos cambios, las cuotas para los productores que tienen hasta cinco hectáreas podrían incrementarse e incorporar 500 mil nuevos beneficiarios de localidades rurales marginadas.

El Procampo es sólo uno de los diversos instrumentos de apoyo a los agricultores y defenderlo es una tarea central, que debe complementarse con la demanda de un cambio en la política agropecuaria, ante el fracaso de las políticas agroalimentarias neoliberales y la persistencia de la crisis alimentaria, económica, social y ambiental, asentaron.

Carlos Ramos, de la dirigencia colectiva de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), comentó que la discusión en torno al presupuesto para el campo se ha tornado álgida, ya que la parte gubernamental mantiene su postura de un recorte, mientras la mayoría de las organizaciones campesinas y la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario reclaman un aumento y reasignación de los montos para los programas.

No se puede repetir la historia de cada año, en que los grandes productores y las empresas trasnacionales que comercializan los granos sean los beneficiarios, porque acaparan los financiamientos, coberturas para comercialización y acceso a los seguros, entre otros.

Mencionó que de los 6 millones de unidades de producción rural sólo un millón accede a los recursos. Ante la desigualdad y corto plazo para que se defina el Presupuesto de Egresos, la CNPA iniciará una jornada nacional de movilizaciones.