Roma, 28 de octubre. La izquierda italiana exigió este jueves al primer ministro, el magnate Silvio Berlusconi, que explique ante el Parlamento un nuevo escándalo sexual en el que está implicada una menor marroquí y en el que se cita al máximo dirigente italiano.

Queremos saber qué ocurre realmente en Milán. El gobierno debe venir al Parlamento y explicar si, como escribe la prensa, se ha presionado a la policía para que libere a Ruby, una menor extranjera detenida por robo, que participó en fiestas en Villa Arcore, la residencia privada de Berlusconi cerca de Milán, declaró el vicepresidente del Partido Demócrata (principal de la oposición) en el Parlamento, Michele Ventura.

La prensa italiana aireó, de manera muy cautelosa y prudente, el asunto que implica a una joven marroquí, llamada Ruby, de 17 años, que habría participado en fiestas en la villa de Berlusconi. Tras ser detenida por robo, habría hablado a los policías de sus fiestas en Arcore.

La prensa italiana parece descartar por el momento que Ruby hubiese declarado haber mantenido relaciones sexuales con Berlusconi, algo que también negaron los abogados del jefe de gobierno.

Horas después, Berlusconi, calificó de basura mediática las informaciones de que la adolescente asistió a varias fiestas en su villa de Milán.

Un director de noticias de la emisora Mediaset de Berlusconi y un empresario de televisión son investigados en el caso por acusaciones de que secundaron e instigaron a la prostitución, informaron fuentes judiciales.

Al ser consultado por el tema durante una rueda de prensa sobre la crisis de la basura de Nápoles, Berlusconi dijo: Estoy aquí para hablar de la verdadera basura. La basura de los medios se la dejo a ustedes.

El año pasado, Berlusconi, de 74 años, batalló contra una serie de escándalos sobre su vida personal.

En mayo, su segunda esposa, Verónica, pidió el divorcio acusándolo de confraternizar con menores tras publicarse unas fotografías del primer ministro asistiendo a la fiesta por el cumpleaños 18 de una aspirante a modelo. Berlusconi negó tener una aventura con la joven.

En julio, la acompañante Patrizia D’Addario dijo que había recibido dinero por asistir a una fiesta en la residencia de Berlusconi en Roma y que durmió con el funcionario.

Berlusconi dice que no es ningún santo pero que nunca ha pagado para tener sexo.