Moscú, 28 de octubre. Rusia probó con éxito tres misiles estratégicos, durante la visita que realizó este jueves el presidente Dimitri Medvediev al Centro de Mando de las Tropas de Defensa Aérea-Espacial (VKO, por sus siglas en ruso) en Solnechnogorsk, en las afueras de esta capital.

Las VKO, que en términos legales todavía no se terminan de formar, pretenden ser una suerte de renovado escudo antimisiles y estarán integradas por componentes de la defensa rusa contra cohetes, el control del espacio y el sistema de aviso de ataques, así como –probablemente– los misiles estratégicos.

Medvediev, quien se reunió con altos cargos del ejército y constructores de misiles, pudo observar en tiempo real cómo un misil balístico Topol–PC-12M fue lanzado desde el cosmódromo de Plesetks, en Arjanguelsk, y sus ojivas batieron el blanco en la península de Kamchatka.

Queríamos comprobar la estabilidad de las características técnicas y de vuelo de un misil con periodo ampliado de explotación, comentó a la prensa el coronel Vadim Koval, vocero del Ministerio de Defensa.

Fabricado en 1987, el Topol –con 10 años de tiempo de vida útil– estuvo en servicio hasta agosto de 2007 en la región de Ivanovo y luego en un depósito de las tropas de misiles estratégicos.

Lanzamiento bajo el mar

Casi a la misma hora, pero ya no desde tierra, sino desde el fondo del mar, a unos 50 metros de profundidad, salió un misil con ojivas autodirigidas P-9P desde el submarino atómico San Jorge el Triunfador. Tras recorrer 6 mil 500 kilómetros, desde el océano Índico, sus ojivas no fallaron en el mar de Barents.

Y el tercer misil estratégico Sinieva-P-29PMU2, más moderno y con cuatro cabezas autodirigidas, fue lanzado por otro submarino atómico, Delfín, desde el mar Blanco hacia Kamchatka.

Junto con los submarinos atómicos más recientes de clase Borei, que esperan todavía a los misiles Bulava, cuyo decimocuarto lanzamiento experimental está previsto efectuar este jueves en el mar Blanco desde el Dimitri Donskoi, son la base de la fuerza naval estratégica.

Según el START suscrito el año pasado en Praga, en caso de que lo ratifique el Parlamento local, Rusia tendría que reducir el número de portadores a 700 y de ojivas nucleares a mil 550.

Por ahora, en submarinos tiene 160 misiles con 576 ojivas; en tierra, 369 misiles con mil 247 cabezas; y en bombarderos estratégicos, 605 misiles con 2 mil 667 ojivas nucleares.