Ciudad del Vaticano, 28 de octubre. A tres días de la elección presidencial en Brasil, donde la Iglesia católica se sumó a una campaña que vinculó a la candidata del Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff, con un presunto plan para la legalización del aborto, el papa Benedicto XVI entró de lleno al debate proselitista y pidió a los obispos brasileños que orienten políticamente a los fieles.

Cuando los proyectos políticos contemplan abierta o veladamente la despenalización del aborto o de la eutanasia, el ideal democrático, que es realmente tal cuando reconoce y protege la dignidad de toda persona, se traiciona en sus propias raíces, dijo el Papa, que más adelante pidió a los obispos brasileños iluminar a los ciudadanos sobre el derecho de usar el voto propio para la promoción del bien común.

Benedicto XVI recibió en el Vaticano a los obispos de la región noreste, de menor desarrollo que los estados del sur, quienes previamente le expusieron que uno de los temas del debate electoral en Brasil ha sido el aborto. Acerca de este asunto se han pronunciado los obipsos de Aparecida y Guarhulos, en el decisivo y disputado estado de Sao Paulo, rechazando al PT.

Joseph Ratzinger, quien adoptó un tono duro contra el aborto en Brasil desde el inicio de su pontificado en 2005, afirmó hoy que toda defensa de los derechos humanos en los planos político, económico y social sería completamente falsa e ilusoria si no se tomara en cuenta la defensa enérgica del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

En los sondeos Roussef aparece como favorita con una ventaja de entre 15 y 17 puntos sobre el aspirante socialdemócrata José Serra.