La sesión de ayer de los diputados no fue de vidrios rotos ni de canastas de huevo para reclamar alguna paternidad. La nota fuerte se la llevaron dos jóvenes mujeres, quienes sigilosamente se introdujeron al pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y frente a las curules de los perredistas se despojaron del vestido para quedar en ropa interior, como forma de protesta contra el mal gobierno del delegado en Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo.

El ambiente estaba tenso por tres horas de discusión. Apenas habían pasado unos minutos de esa refriega cuando las dos jovencitas ingresaron al pleno de la ALDF gracias a las maniobras del ex diputado del PRD Édgar Torres (hoy funcionario de la Secretaría de Transportes y Vialidad), líder del Movimiento Alternativa Social (MAS), y se colocaron frente a la curul de Alejandro Carbajal.

Con un movimiento rápido se quitaron el vestido y ya en ropa interior comenzaron a gritar alto a las injusticias, estamos hartos del delegado, Basta ya, y levantaron dos cartulinas con la leyenda: Fuera funcionarios corruptos de la GAM. ¡Qué vergüenza!, y la otra No a las injusticias y mal gobierno en GAM.

De inmediato el presidente de la mesa directiva, Rafael Calderón (PAN) pidió que los elementos de resguardo las retiraran, y entre bromas de los diputados y asesores, cumplieron el cometido. Las dos mujeres reclamaban que no las tocaran y en entrevista aseguraron ser del MAS y exigieron solución a sus demandas de vivienda.

Media hora después, la delegación Gustavo A. Madero emitió un boletín de prensa en el que asegura que las dos mujeres fueron contratadas por el ex diputado Édgar Torres Baltasar para semidesnudarse e interrumpir la sesión ordinaria de la Asamblea Legislativa, por lo cual les pagó dos mil pesos a cada una.

Ya con los ánimos más tranquilos, el legislador Cristian Vargas (PRI) se dedicó a regalar estatuillas de San Judas Tadeo, de quien es profundo creyente.