Jueves 28 de octubre de 2010, p. 11
Guadalajara, Jal. Adicto
viene del vocablo latino adictus, que significa esclavo.
La adicción a las drogas es una enfermedad por el daño en el funcionamiento en la parte central del cerebro, donde a causa de sustancias como la cocaína, la heroína y el tabaco, entre otras, se eleva la producción del neurotransmisor dopamina. Este es un mediador de los circuitos del placer, cuyo equilibrio se pierde con el uso prolongado de estupefacientes, explicó Luis Solís, director adjunto del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic).
Esa activación del placer se acompaña de otros efectos, como la pérdida de capacidad para la toma de decisiones y el juicio. Por lo anterior, aunque la persona conoce las consecuencias negativas del consumo, continúa con éste.
Solís comentó que otros efectos secundarios asociados con el uso de cocaína y metanfetaminas es la disminución de oxígeno en el cerebro, lo que a la postre lleva al cierre de arterias y al infarto cerebral.
En general, las adicciones son enfermedades crónicas y recidivantes –las cuales remiten y vuelven a aparecer–, parecidas a la diabetes y la hipertensión arterial, indicó el especialista.