La transición política en México, con la llegada del Partido Acción Nacional (PAN) al gobierno, fue posible sin disparar un solo tiro. Se hizo al apostarle a las ideas y ha permitido un cambio en las instituciones públicas pacífico y civilizado, señaló ayer el presidente Felipe Calderón al encabezar el acto por el décimo aniversario luctuoso de Carlos Castillo Peraza, de quien resaltó que fue el estratega que permitió al blanquiazul llegar al poder.

El mandatario resaltó la ideología de este político católico y dijo que es una pena que ahora oigamos desde algunos liderazgos religiosos reflexiones que no sean ni lo más profundo ni lo trascendente ni lo más constructivo.

Externó que los nuevos tiempos exigen de todos los actores políticos un firme compromiso con la apertura, con la inclusión, con el respeto a la diversidad, pero especialmente, otra vez con la democracia y el respeto a la vida de los demás.

Llamó a todos los mexicanos a que abran un debate de ideas para solucionar los problemas que afectan el país, pues la acción política sólo tiene sentido cuando está basada en el diálogo, en la libertad, en la tolerancia, en la educación, en la legalidad, en la responsabilidad pública, en la participación ciudadana.

El dirigente del partido, César Nava, apuntó que para el blanquiazul la alternancia fue un punto de llegada, pero también un punto de partida.

Agregó que ganar las elecciones presidenciales de 2012 evitará la regresión al autoritarismo, a las épocas del patrimonialismo en el ejercicio del poder. Coincidió con el Presidente en que 10 años de panismo han sido de buen gobierno, al transformar el país.

En el acto –realizado en el Museo Nacional de Antropología– estuvieron presentes la esposa del fallecido político, Julieta López de Castillo; sus hijos, Carlos, Julio y Juan Pablo, así como los aspirantes a la presidencia nacional del PAN.

También estuvieron presentes Gustavo Madero, Blanca Díaz, Francisco Ramírez Acuña y Roberto Gil, entre otros legisladores, además de la ex titular de Migración Cecilia Romero, así como los ex presidentes nacionales panistas Luis H. Álvarez, Luis Felipe Bravo Mena y Germán Martínez.

Calderón recalcó que Castillo Peraza fue el ideólogo del cambio de partido en el poder en México porque la concibió, diseñó la estrategia y el discurso de esta transición que implicó diálogo, aguantar insultos, vejaciones, soledad y adversidad mediática y muchas cosas. Él consiguió la transición, la diseñó; a pesar de la incomprensión, los insultos abrió el marco del dialogo, dio rumbo y destino a la hoy democracia.

Recordó que el político fue maestro de varias generaciones y además de sus múltiples actividades como periodista, líder del partido y legislador, tuvo encomiendas para unificar el partido y aglutinar diversos sectores; por ejemplo, convocar a chavos que andábamos desbalagados y desorientados. Organizó reuniones y tuvimos el privilegio de compartir con él vivencias muy trascendentes. Carlos fue el último gran pensador del PAN, sostuvo Calderón.

Por la noche, Gobernación emitió un comunicado en el que destacó la labor comprometida de Castillo Peraza, a quien recordó como legislador, dirigente de partido, candidato, periodista, escritor e ideólogo, en uno de los momentos cruciales de nuestra historia política.