Plantea universalizar el servicio público de salud y mejorar la educación estatal, entre otros
igualdad social
Interroga la policía a la ex ministra Erenice Guerra sobre presuntos actos de corrupción
Martes 26 de octubre de 2010, p. 27
Sao Paulo, 25 de octubre. Universalizar el servicio público de salud de Brasil y mejorar el sistema de educación estatal con miras a la igualdad social, la ciudadanía y el desarrollo
son dos de 13 compromisos de gobierno que planteó hoy la candidata centroizquierdista Dilma Rousseff, quien sin embargo descartó de su oferta dos iniciativas para complacer a sus aliados políticos de centroderecha: gravar grandes fortunas y crear mecanismos de control de las grandes corporaciones mediáticas.
Las iniciativas fueron dadas a conocer por Rousseff a sólo seis días de la segunda vuelta electoral, lo que ha sido criticado por algunos sectores políticos y analistas de prensa.
El retraso en la difusión de los compromisos de la aspirante presidencial por el Partido de los Trabajadores (PT) se debió a la lluvia de críticas que desató el programa en su presentación original en julio pasado, cuando faltaban casi tres meses para la primera vuelta electoral del 3 de octubre.
Los cuestionamientos surgieron entonces de políticos que militan en partidos de la coalición que respalda a Rousseff, encabezada por el PT, que incluye organizaciones de izquierda como los socialcristianos y los laboristas, y de centroderecha, como el ex gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño.
Las críticas se centraron en los temas tributarios y, de control de los grandes medios y después de algunos choques verbales entre los políticos de la coalición, la alianza retiró el programa para hacer una revisión
.
Estos 13 compromisos son la construcción de nuestra gobernabilidad, porque reflejan una fuerza política de los aliados
, dijo la candidata presidencial al dar a conocer el programa.
Aunque con demora, Rousseff, puntera en los sondeos sobre preferencias electorales, se adelantó también en este tema al candidato José Serra, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, la agrupación que estuvo en el poder en los años 90 y entregó la presidencia al petista Luiz Inacio Lula da Silva en enero de 2003.
La discusión de los proyectos de gobierno ha sido relevada en los medios por la difusión de temas escandalosos, particularmente orientados a desprestigiar a Rousseff, como el aborto y el presunto tráfico de influencias de su sucesora como ministra del Gabinete Civil, Erenice Guerra, que fue interrogada este lunes por la policía federal sobre las actividades de su hijo Israel Guerra, quien supuestamente exigía sobornos para viabilizar préstamos de la banca estatal de desarrollo. A causa de este conflicto político Guerra renunció a la cartera.