Las tres aportaciones más significativas de México a la ciencia mundial han sido en el campo de la química: el descubrimiento del elemento 23, realizado por Andrés Manuel del Río a principios del siglo XIX; la síntesis lograda por Luis Miramontes de la noretisterona, compuesto activo base de la píldora anticonceptiva –que marcó el inicio del movimiento de la liberación femenina–, y cuando Mario Molina descubrió que los gases clorofluorocarbonatados representan una amenaza para la capa de ozono de la atmósfera.

Estos antecedentes fueron recordados por el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Arturo Menchaca, durante la inauguración de la 15 Olimpiada Iberoamericana de Química –que se realiza en la ciudad de México–, en la cual jóvenes de 13 naciones competirán por ser los mejores en esa disciplina.

En la ceremonia inaugural el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, aseveró que sólo con ciencia y cultura es posible el desarrollo y la equidad. En un mundo en el que la actividad intelectual, científica, artística y cultural no es debidamente valorada, en la máxima casa de estudios y para muchos en México la ciencia es fundamental.

Narro no perdió la oportunidad para resaltar una vez más las grandes desigualdades que existen en México y el continente. Subrayó que aun cuando América Latina es una región rica, es la más desigual del planeta, pues 10 de las 15 naciones con mayor inequidad en el mundo se ubican en la zona.

Esta es la tercera ocasión en que México es sede de esa justa del conocimiento (1996 y 2003), que se realiza del 23 al 29 de este mes. Estudiantes de bachillerato o de primer año de licenciatura de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, España, México, Portugal, Uruguay y Venezuela medirán sus conocimientos en esa ciencia.

La delegación mexicana está integrada por Alan Carrasco Carballo, de Oaxaca; Raymundo Esquer Rodríguez, de Baja California, y Gerardo Antonio González Martínez y Uzziel Virgen Tabares, de Michoacán. Estos jóvenes fueron seleccionados de entre los ganadores de la Olimpiada Nacional de Química, que se llevó a cabo del 31 de enero al 4 de febrero en Veracruz.

La finalidad de este certamen es promover el estudio de esa disciplina, estimular el desarrollo de jóvenes talentos en la misma, contribuir a estrechar los lazos de amistad entre los países participantes y crear un ambiente propicio para fomentar la cooperación, el entendimiento y el intercambio de experiencias entre los participantes. La competencia consta de varios exámenes teóricos y experimentales, así como de varias actividades académicas.

La experiencia mexicana en las 14 ediciones anteriores ha sido significativa. Las delegaciones mexicanas han obtenido 11 medallas de oro, 25 de plata, 19 de bronce y una mención honorífica.

La 15 Olimpiada Iberoamericana de Química es organizada por la UNAM, la AMC y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.