La iniciativa contiene cálculos inamovibles cuando ningún individuo es igual a otro: experto
Señala subdirector del Inape que ningún especialista fue consultado para elaborar el proyecto
Domingo 24 de octubre de 2010, p. 36
Los fenómenos biológicos no se pueden calcular matemáticamente. Ningún individuo es igual a otro y, por lo tanto, tampoco se puede establecer una regla inamovible para procedimientos de reproducción asistida como lo pretende la iniciativa de ley que está en discusión en el Senado, afirmó Fernando Gaviño Gaviño, subdirector de Medicina Reproductiva del Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes.
Resaltó que ninguno de los expertos y grupos médicos reconocidos por su calidad y experiencia en la realización de estos procedimientos fueron consultados para la elaboración del proyecto, el cual, además, no aprobaría una evaluación bioética laica.
Desde esta perspectiva, tendrían que prevalecer los criterios científicos y primeramente corregir el texto a fin de diferenciar los conceptos de fecundación y concepción. El proyecto que defiende el senador Ernesto Saro, utiliza estos términos como sinónimos, lo cual es un error, señaló Gaviño.
En entrevista, el especialista comentó algunos de los aspectos más relevantes de la iniciativa que crea la Ley General de Reproducción Humana Asistida, elaborada por las comisiones unidas de Salud y Estudios Legislativos. La votación del dictamen en la Comisión de Salud podría ocurrir la semana que inicia, luego de que la discusión se pospuso dos semanas (La Jornada 11/10/2010).
Con relación a las técnicas clínicas para estimular la producción de óvulos, de las que el proyecto dice que un comité médico interno de especialistas establecerá los lineamientos para que en una técnica de inducción ovulatoria la paciente produzca matemáticamente el porcentaje de óvulos necesarios para obtener como resultado un embarazo
, Gaviño rechazó que esto se pueda determinar por un cálculo numérico.
Indicó que siempre dependerá de cada mujer y puso los ejemplos de una paciente de 25 años con dos embarazos ectópicos (fuera del endometrio), sin trompas de falopio, y otra de 43 años que nunca se ha embarazado. Las respuestas a la inducción ovulatoria siempre serán totalmente diferentes.
Cálculos sin certeza
Algo similar ocurre con los embriones. El proyecto panista plantea que se deberán fecundar únicamente tres óvulos, mismos que se implantarán en el útero de la mujer en las 72 horas siguientes. Además de prohibir la fecundación de un número mayor de óvulos, rechaza el congelamiento de embriones.
El responsable de la clínica de Reproducción Asistida del Inper rechazó cumplir con esta disposición porque las mujeres tienen respuestas diferentes a las técnicas de inducción ovulatoria y si bien en algunos casos se obtendrán 10 óvulos, en otros se tendrán uno o dos solamente.
Sobre los embriones, no hay certeza de que se logrará la fecundación mediante los tres óvulos que se plantean en el documento, ni tampoco que los embriones tendrán la capacidad de continuar su desarrollo en el embarazo.
El criterio del médico es el único que debe prevalecer para determinar el momento en que se implanta el embrión, lo cual puede ocurrir en el segundo o hasta el quinto o sexto día posterior a la fecundación.
La tendencia mundial se inclina a reducir el número de embriones a implantar. Siempre dependerá de las condiciones clínicas de las células germinales y embriones obtenidos, así como de la situación física de la mujer, de acuerdo con el criterio de los especialistas. En cualquier caso, tendría que dejarse abierta la posibilidad de congelar embriones, apuntó.
Esto daría a las mujeres la tranquilidad de que, en caso de falla en un primer intento de embarazo, puede repetir la experiencia sin necesidad de someterse a un nuevo procedimiento de estimulación ovulatoria, el cual tiene costo adicional y representa un desgaste para la paciente.
Gaviño resaltó que este tema es motivo de preocupación en los grupos médicos. Está en el interés de todos congelar el menor número de embriones que sea posible. Desde que existe la posibilidad de vitrificar los óvulos (hace cinco años en México), se redujo esa necesidad.
En cuanto a la prohibición que plantea la iniciativa para elegir el sexo del bebé, dijo que no es algo que se haga por gusto, sino cuando existe una indicación médica y sin que ello implique criminalizar a los profesionales de la salud.
Gaviño dijo que la pretensión del proyecto panista de limitar el acceso a la reproducción asistida sólo a parejas heterosexuales unidas en matrimonio o concubinato, viola de los derechos humanos de las mujeres sin pareja, desean ejercer su maternidad, sobre todo cuando están llegando al término de su vida reproductiva.