Domingo 24 de octubre de 2010, p. a18
Con perfil bajo, pero el orgullo por delante, y siguiendo la consigna de ganar o morir ante la urgencia de puntos que apremia a ambos equipos, Águilas y Chivas se presentan este domingo en el estadio Azteca en la edición 208 del clásico del futbol mexicano.
Los dos equipos llegan con pobres resultados y, por tanto, necesitados de la victoria. De los choques pasados 74 fueron victorias para el América por 67 de Chivas y hubo 66 empates.
Las Águilas suman tres juegos consecutivos sin conocer la victoria en el Apertura 2010. Ante el gran rival, en casa, es la oportunidad ideal para reconciliarse con su afición, que cuestionó con dureza el planteamiento de Manuel Lapuente ante Puebla. El estratega, con ventaja de 2-1 y con 20 minutos por jugar, sustituyó al ofensivo Vicente Sánchez por un defensa central y terminó perdiendo la ventaja.
El problema para los amarillos es que su defensa no es tan sólida como para soportar que un rival se le vaya encima, sin importar si la ofensiva es de una calidad mediana, como ocurrió en el estadio Cuauhtémoc.
América marcha segundo en el grupo 2, empatado con Toluca, a dos puntos del líder San Luis y con uno de ventaja sobre el cuarto, Pachuca, situación compleja a cinco fechas de concluir la fase regular. A los azulcrema sólo les sirve la victoria para no depender de otros resultados.
Por su parte, Guadalajara acaba de romper una racha de seis juegos sin victoria, pero cualquier tropiezo puede costarle la calificación. De hecho, Jorge Vergara, dueño del equipo, tuvo que salir con sus cuestionados desplegados para ponerle sazón a un partido que muchos tildaron de desangelado.
El Rebaño se ubica en el cuarto lugar del sector 1 y está lejos de los líderes Monterrey y Santos.