La industria tabacalera siempre dice que se va o que va a retirar sus inversiones y nunca es cierto, aseguró el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos. También planteó que con la misma responsabilidad que los diputados votaron por el aumento en el precio de la cajetilla de cigarros, tendrán que resolver las ampliaciones presupuestales para asignarlas a salud.

Señaló que parte de las reasignaciones deberían destinarse a los temas de prevención y tratamiento temprano del tabaquismo, a tareas de investigación, así como a la atención de las personas afectadas por enfermedades asociadas con esta adicción.

En entrevista luego de clausurar el Encuentro Internacional de Medicina Genómica, primero que se realiza en lo que será la sede del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), todavía en construcción, el funcionario elogió la decisión de los diputados de votar en favor de incrementar siete pesos el gravamen de los cigarros. Nos va a ayudar muchísimo en materia de salud pública, porque el aumento que repercutirá en el precio es una de las acciones más contundentes para disminuir las enfermedades y desalentar el consumo de tabaco.

Sobre el riesgo de que las empresas tabacaleras pudieran presionar a los senadores para modificar la iniciativa de Ley de Ingresos 2011, confió en que podrán resistir las mismas que se han dado siempre, porque estas industrias tienen más intereses lucrativos que de responsabilidad social.

Además, descartó que el incremento en el precio pudiera provocar contrabando. No es un argumento para contrarrestar los que están a favor de la salud. Habrá que reforzar la vigilancia, pero los cigarros normales tienen casi cinco mil tóxicos. ¿Qué puede haber más tóxico que eso?, subrayó.

Legislar sobre medicina genómica

Durante su participación en el foro del Inmegen, Córdova Villalobos advirtió sobre la necesidad de legislar para evitar que los avances en medicina genómica pudieran resultar en violaciones a derechos humanos, en particular porque los patrones o seguros médicos privados pretendan usar la información genética para negar empleos o condicionar el acceso a las pólizas.

Resaltó los beneficios de la medicina genómica y que México cuente con el instituto y otros organismos donde también se realiza investigación que en el futuro podría contribuir al control de enfermedades comunes y graves como el dengue y la tuberculosis.

Sin embargo, dijo, sería lamentable que así como luego se solicita una prueba de embarazo o de VIH/sida para obtener un empleo, las empresas pretendieran pedir a los aspirantes un estudio genómico para conocer sus riesgos de enfermedades.

Consideró fundamental garantizar el respeto a la confidencialidad de los datos: estos sólo se deben utilizar en beneficio de la persona. Luego se refirió a la obra aún inconclusa para la sede del Inmegen, la cual se inició hace cinco años. Dijo que superados los problemas por las denuncias de mal manejo del presupuesto para la construcción, los trabajos ya se retomaron y calculó que el edificio podrá inaugurarse en el primer semestre de 2011.

Todavía faltan 85 millones de pesos para casi terminar, indicó, aunque en la solicitud de recursos adicionales que hace unas semanas llevó a la Cámara de Diputados, planteó que se precisan 174 millones de pesos para esta obra.