Acteal, Chis., 22 de octubre. Al manifestar su rabia e indignación por la reciente liberación de 15 tzotziles sentenciados por participar en el asesinato de 45 indígenas cometido aquí en 1997, la organización Las Abejas llamó a la sociedad civil nacional e internacional a solidarizarse y presionar al gobierno mexicano para evitar la excarcelación de los demás paramilitares acusados.

La responsabilidad de que se haga justicia es de todos, manifestó en conferencia de prensa el dirigente de la agrupación, José Alfredo Jiménez, y advirtió: No vamos a descansar y seguiremos luchando contra las excarcelaciones a fin de impedir otro Acteal o una agresión contra los testigos directos.

Antes, Jiménez leyó un comunicado de la organización a la que pertenecían las víctimas. Les urge liberar a los perpetradores de la masacre porque los autores intelectuales tienen miedo de que los paramilitares presos confiesen que la orden de atacar y meter terror en las comunidades Abejas y zapatistas venía desde el mal gobierno de Ernesto Zedillo, entonó.

Los dirigentes de Las Abejas manifestaron su preocupación ante las versiones de que pronto serán liberados los otros acusados de la matanza, lo cual significaría que de los más de 80 paramilitares encarcelados entre 1997 y 1998 son inocentes. Por ello, preguntaron al “mal gobierno de Felipe Calderón, al de Juan Sabines y a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN): ‘¿Quiénes son para ustedes los asesinos de nuestros 45 compañeras y compañeros?’”.

Son paramilitares, insisten

Reiteraron que los 15 indígenas liberados este mes, los 29 del año pasado y los que aún están en la cárcel son paramilitares formados y entrenados por el mal gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, y le decimos al mundo que no son inocentes.

Enumeraron el caso de Mariano Luna Ruiz, uno de los 15 que recién salieron y quien tras participar en la matanza llegó con la camisa ensangrentada a la comunidad Quextic, en la parte baja de Acteal, donde se concentraron los paramilitares la víspera de aquel 22 de diciembre de 1997.

Sobre Julio Entzín López, otro liberado, recordaron que declaró no saber nada, ya que al momento de la masacre cosechaba su frijol, e incluso acusó a los denunciantes de fabricarle delitos; lo cual es falso porque no sólo participó en el crimen, sino en la previa quema de casas de los zapatistas de la Colonia Miguel Utrilla Los Chorros, el robo de pertenencias y las amenazas contra miembros de Las Abejas.

Marcelo Pérez Pérez, párroco de Chenalhó –municipio al que pertenece Acteal– ofició una misa en memoria de las víctimas como cada día 22 de mes, y criticó al gobierno por liberar a asesinos y con ello propiciar un nuevo Acteal, pues el mensaje implícito es que quienes matan no son castigados sino premiados con terrenos y casas.

En su mensaje leído antes de iniciar la celebración a la que asistieron unas 150 personas, el sacerdote tzotzil originario del vecino municipio de San Andrés Larráinzar, expresó que la intención del gobierno es eclipsar el genocidio con proyectos asistenciales que aprovechan la pobreza indígena.

De nada sirven los proyectos de vivienda, aulas escolares, piso firme, seguro popular y otros cuando han servido para eclipsar, borrar y tergiversar la sangre derramada en Acteal para que no se vea la verdad y quede impune este hecho, agregó.

Mediante la figura jurídica de libertad anticipada, el pasado jueves 14 de fueron liberados 15 indígenas presos en el penal de El Amate del municipio de Cintalapa por su presunta participación en el homicidio de 45 personas en Acteal, y en 2009 recobraron la libertad otros 29 inculpados gracias a una resolución de la SCJN.