El rompimiento de la sociedad entre Televisa y Nextel no resuelve el fondo del asunto, que consiste en que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) haya entregado a precio de ganga 30 megahercios de espectro, un bien público ahora en manos de una sola empresa que contaba con la inversión de Televisa para desarrollar la red y cumplir con el pago de derechos que marca la ley, advirtió el especialista en telecomunicaciones Fernando Viveros.

El director de The Competitive Intelligence Unit (The-CIU), Ernesto Piedras, dijo que Nextel como concesionario de 30 Mhz de cobertura nacional para telecomunicaciones móviles, se constituye en un importante atractivo para inversionistas interesados en incursionar en el sector.

En tanto, la calificadora Standard & Poor’s señaló que las acciones de Televisa no se han visto afectadas por la ruptura con Nextel, y con ello la pérdida de una oportunidad para entrar al mercado de las telecomunicaciones móviles sin invertir en el desarrollo de su propia red.

El analista de la consultoría Mediatelecom Fernando Viveros señaló que la licitación 21 suscitó un rechazo generalizado, cuya dimensión sólo es comparable con la insistencia de la SCT, entre otras autoridades, en defender lo indefendible ante una cifra de 180 millones 300 mil pesos por un bloque de 30 Mhz de cobertura nacional, contra otro similar pero de cobertura regional por el que en conjunto Telcel y Telefónica pagaron 5 mil millones de pesos.

El resultado, dijo, se observó luego del intenso cabildeo y campaña del secretario Juan Molinar Horcasitas y de su segundo de a bordo, Mony de Swaan, presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) realizados la semana pasada para defender el proceso y la entrega de títulos de concesión a Televisa-Nextel, cuando ayer Televisa respondió con una ingratitud nunca vista en la historia de la comunicación en México: se retiró de la alianza con Nextel y le incumplió al gobierno mexicano.

Sin embargo, puntualizó, la ingrata retirada de Televisa no resuelve el fondo de la controversia, que consiste en conocer si el pago de 180 millones de pesos 300 mil pesos por Nextel se apega al mandato constitucional, si las bases de licitación son legales o no, aunque todo a punta a que después de diez meses de férrea defensa del proceso, ahora queda en evidencia que la SCT, Cofetel y la Comisión Federal de Competencia hicieron todo lo institucionalmente posible para ayudar a Televisa, incluida la autorización para asociarse con Nextel, a la que abandonó y dejó a su suerte con la caída correspondiente de sus acciones en la bolsa de valores.

Fernando Viveros advirtió que con la salida de Televisa de la sociedad con Nextel las condiciones de la licitación cambiaron: nada sostiene ya la defensa de la licitación hecha por la SCT y no se cumplieron los objetivos del concurso, destacó. Televisa dejó a salvo sus intereses y ahora le toca a Nextel enfrentar la consecuencias.

Por separado, Standard & Poor’s indicó que las calificaciones de grupo Televisa no se vieron afectadas por el anuncio de que no compraría 30 por ciento de las acciones de Nextel México en mil 400 millones de pesos, y que tampoco continuaría con la filial de NII Holdings en la explotación de los 30 Mhz de espectro para servicios de telecomunicaciones móviles.

La calificadora afirmó que a pesar de que la sociedad con Nextel habría beneficiado a Televisa al no tener que construir una red, la decisión no afectará su perfil financiero porque ya participa en el sector de las telecomunicaciones en segmentos como la televisión por cable.

Molinar se quiso pasar de listo

El senador del Partido del Trabajo (PT), Alejandro González Yánez, consideró que una negociación turbia debió provocar la disolución de la sociedad Nextel-Televisa.

Tengo la impresión de que hubo algún ofrecimiento adicional que Felipe Calderón incumplió; igual, Juan Molinar Horcasitas se quiso pasar de listo en la operación, y ofreció algo más de la cuenta. Todo es demasiado extraño, subrayó en entrevista.

El carácter del secretario de Comunicaciones, insistió, no es sólido ni consistente, y cuando Televisa lo detectó ya no quedó “tan echado pa’ delante”.

El senador expresó que su suspicacia está basada en que la televisora aceptó perder algo tan costoso. Es demasiado extraño, sobre todo cuando Nextel dice: tenemos el dinero. ¿Entonces para qué querían un socio?

Senadores piden nuevo concurso

Senadores del PRI, PRD y PT se manifestaron por anular la licitación 21 y concursar de nueva cuenta el espacio radioeléctrico, por las muchas irregularidades y la falta de transparencia del gobierno en el proceso.

El presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado, Fernando Castro Trenti (PRI), destacó que hoy debe quedar sin materia esa licitación, pero deben establecerse las bases para que en breve tiempo, y con toda transparencia, se convoque a un nuevo proceso de adquisición del espectro radioeléctrico.

Subrayó que el hecho de que Televisa haya decidido terminar su alianza con Nextel “es producto de la falta de transparencia con la que se ha conducido el gobierno federal en estos temas que son de la mayor importancia. Es muy lamentable que exista ‘un muro regulatorio’ que ha venido frenando el desarrollo tecnológico del país”.

Castro Trenti dijo que espera que la próxima semana se pueda desahogar la comparecencia del secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, y del presidente de la Cofetel, Mony de Swaan.

Ambos tendrán que dejar perfectamente claro, primero, el procedimiento que siguieron para otorgar la licitación, y cuándo debe cancelarse, porque cuando la composición de quienes construyeron un acuerdo de carácter empresarial queda sin efecto, y esos fueron argumentos para otorgarla, debe quedar sin materia esa licitación.

El senador del PRD Carlos Sotelo señaló que la ruptura del acuerdo Televisa-Nextel sin duda tuvo que ver con el costo que se estaba pagando: el costo político por la evidencia de ser un regalo, un obsequio operado por el gobierno federal y con la complicidad de los órganos reguladores, Cofetel y la Comisión Federal de Competencia.

Insistió en que como la empresa que participó en la licitación ya no existe, el consorcio, el ente jurídico que participó en esa licitación tan cuestionada, el órgano regulador debe revisar la violación del cumplimiento de las bases de licitación y proceder a la cancelación.