A la defensa que hizo la canciller Patricia Espinosa Cantellano de las acciones gubernamentales en favor de los derechos de los migrantes, el ombdusman nacional, Raúl Plascencia González, contrapuso: a pesar de que el Estado mexicano ha firmado y ratificado numerosos tratados internacionales en la materia, en la práctica se ha demostrado que aún no se han alcanzado los mínimos estándares internacionales sobre esa cuestión.

Los indocumentados, señaló, enfrentan en nuestro territorio los abusos de la delincuencia y el crimen organizado, y también los de algunas autoridades de los tres niveles de gobierno.

En la inauguración de la tercera Semana Nacional de Migración, organizada por el Ejecutivo federal, Espinosa Cantellano admitió que las terribles agresiones perpetradas recientemente en contra de migrantes en nuestro territorio (en alusión al asesinato de 72 centroamericanos en Tamaulipas) son un recordatorio doloroso de la vulnerabilidad de los indocumentados en México, en especial frente a las acciones sin escrúpulos del crimen organizado.

Pero también indicó que el país es un reconocido líder internacional en la protección de este grupo de personas, y promueve “continuamente iniciativas que ayudan a robustecer el régimen internacional existente.

El Estado mexicano ha respondido a este reto mediante acciones dirigidas a prevenir los delitos contra migrantes y a fortalecer la capacidad de atención a sus necesidades, enmarcadas en la Estrategia Integral para la Prevención y Combate al Secuestro de Migrantes, señaló.

La realidad

Plascencia González, titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), calificó de grave la situación en la frontera sur del país, donde se generan importantes movimientos de migrantes indocumentados. Los atropellos más recurrentes a los que se enfrentan estas personas, dijo, son la extorsión, la agresión física, el robo, la intimidación, el secuestro y el abuso sexual con fines de explotación, entre otros”.

Indicó que abatir la impunidad de estas arbitrariedades debe ser el objetivo de todos. Por ello, es necesario que conozcan sus derechos para enfrentar con éxito el menoscabo a sus libertades, pero sobre todo que estén en condiciones de hacerlos valer.

Pidió impulsar propuestas para aumentar la cultura del respeto y protección hacia los migrantes. Pero además realizar una vinculación con temas transversales que son aplicables al fenómeno migratorio, como la salud, la educación, el empleo, la igualdad y el derecho a la cultura.

La Semana Nacional de Migración fue inaugurada por Margarita Zavala, esposa del Presidente de la República, quien confió en que los resultados que de aquí se obtengan se traduzcan en leyes.