San Cristóbal de las Casas, Chis, 17 de octubre. El obispo Felipe Arizmendi Esquivel dijo que si continúa la liberación de indígenas acusados y sentenciados por el caso Acteal, con el tiempo todos serán excarcelados y será como si no hubiera 45 asesinatos.

En conferencia de prensa, el prelado lamentó que el Poder Judicial de la Federación propicie dejar el caso en una simple formalidad legal, pues no siempre lo legal es más justo, y sostuvo que la llamada Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) debería llamarse de constitucionalidad o de legalidad, no de justicia, porque no se está haciendo justicia, sino cometiendo una injusticia.

Arizmendi Esquivel observó que ya suman 29 los excarcelados desde agosto de 2009, gracias a la resolución de la SCJN emitida el pasado jueves, que otorgó la libertad a otros 15 indígenas presos en el penal de El Amate, municipio de Cintalapa, por su presunta participación en la matanza de 45 personas ocurrida el 22 de diciembre de 1997 en Acteal.

Ése que anda libre es culpable

“¿Por qué si la Suprema Corte dice que el juicio estuvo mal no dispone una reposición del procedimiento? Quizá uno que otro sea inocente, pero familiares de los asesinados dicen: ‘Yo conozco a fulano’; ‘Ése mató a mi padre, a mi hermano’, o ‘Ése que anda libre es culpable’”, expresó el prelado.

Arizmendi consideró posible que las excarcelaciones obedezcan a presiones de grupos protestantes más que a intereses oficiales, porque la mayoría de los presos no son católicos, y eso ha hecho aparecer el caso como una guerra religiosa, pero no lo fue, de ninguna manera. La misma religión tiene que ayudar a reconciliarnos; las religiones no pueden estarnos enfrentando.

Asesoramiento

Añadió: Lo veo como un grupo de presión de los evangélicos, que también se asesoran de abogados y se quedan sólo con lo legal, no con lo justo; e incluso es probable que sus procedimientos no se hayan atenido a los requerimientos de ley, porque algunos gozan de una libertad a la que no tienen derecho.

Respecto de la versión evangélica de que sólo nueve indígenas participaron en la matanza y si a tal conclusión se enfila el caso, el obispo expresó: “Es muy difícil. Quizá en el momento de la ejecución. No sé cuántos hayan sido, pero en la planeación y en todo lo que hubo antes del multihomicidio no fueron sólo nueve personas, intervinieron muchas más”.