Fundadora y ex presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo asegura que se trata de su nieta
Miércoles 13 de octubre de 2010, p. 37
Buenos Aires, 12 de octubre. El policía que secuestró a la nieta de la fundadora y ex presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel Chorobik (Chicha Mariani), fue reconocido hoy como el mismo que entregó una niña de tres meses a la directora del diario Clarín, Ernestina Herrera de Noble.
La abuela lo denunció hoy ante el Tribunal Federal Número 6, y dijo que identificó a Juan Fiorillo –de cuya muerte dudó– como el policía que tuvo a la niña Clara Anahí de tres meses en el auto
cuando era asesinada su nuera, Diana Teruggi, en noviembre de 1976, en una acción de los grupos de tarea de la pasada dictadura militar (1976-1983).
“Para mí, Marcela Noble, a quien adoptó la dueña de Clarín para lo cual usó testimonios falsos, como se ha establecido, es mi nieta Clara Anahí”, dijo, cuando declaró como testigo en una audiencia anticipada en el juicio contra el ex dictador Jorge Rafael Videla y otros ex jerarcas militares.
Éstos están enjuiciados por el plan sistemático
de robo de bebés durante la pasada dictadura militar.
Siempre lo creí posible pero cuando vi las fotos del casamiento de Felipe (el otro joven adoptado por Noble), hay muchos rasgos de la cara de Marcela que son de nuestra familia y la mano, la tiene así como yo ahora
, dijo Mariani.
Chorobik, conocida como Chicha Mariani, fue presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, desde su creación en 1977 hasta 1989, y ante su requerimiento fue a dar testimonio en una audiencia especial antes del inicio formal del juicio, el próximo 7 de marzo.
Además de Videla están imputados en este caso el ex dictador Reynaldo Bignone y altos jefes militares como Santiago Omar Riveros, Jorge Eduardo Acosta, Cristino Nicolaides, Antonio Vañek y Rubén Oscar Franco.
Cuando Chorobik relató lo sucedido el 24 de noviembre de 1976 durante un impresionante operativo en la calle 30 de la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, donde además de su nuera fueron asesinadas otras cuatro personas, mencionó que el ex jefe de la policía bonaerense, el general Ramón Camps, uno de los más duros hombres de la dictadura, dio la orden de sacar a la niña y el policía Fiorillo la llevó a un automóvil.
En este mismo vehículo la niña fue traída al Hospital Italiano en esta capital, para que la revisaran y entregarla luego a Herrera de Noble. También dijo que mientras realizaba una de las tantas gestiones en busca de su nieta ante funcionarios de la Universidad de la Plata, donde trabajaban ella y su esposo, el propio Camps dijo que debían dejar de buscar a la niña porque estaba muerta.
En esos tiempos tuvo otra pista, pero sospechaba ya que la niña adoptada
por Noble podía ser su nieta por la relación de ésta con autoridades eclesiásticas de alto nivel en La Plata, que apoyaban a la dictadura. Cuando nos llegó a las Abuelas la información de que la hija adoptiva de Ernestina era hija de desaparecidos, yo pensé que podía ser mi nieta, pero luego abandoné esa pista porque había otras que parecían más seguras y que nos permitieron recuperar a los primeros chicos robados
.
También relató que se enteró de que Herrera de Noble se fue a Suiza cuando llegó la democracia y puso a los niños Marcela y Felipe en un colegio allí.
En estos momentos, después de una serie de trabas, entrega de ropas contaminadas, para evitar que se conociera el ADN de los jóvenes, se realiza un nuevo análisis para saber si la sangre que ambos se sacaron en un lugar no establecido para este tipo de trámites puede ser usada o no para la prueba genética que todos esperan aquí.
En tanto, la sala A de la Cámara Federal de Córdoba confirmó hoy el procesamiento y prisión preventiva
para el ex general Luciano Benjamín Menéndez y otros imputados en la causa donde se investiga el robo del nieto de Sonia Torres, titular de la filial local de Abuelas de Plaza de Mayo.
El procesamiento a Menéndez es por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, imposición de tormentos agravados, homicidio agravado y sustracción de menor
, y le trabó embargo sobre sus bienes.
La causa investiga el secuestro, torturas y muerte de Silvina Parodi de Orozco, quien se encontraba embarazada, y de su pareja Daniel Orozco, y la posterior sustracción del hijo de ambos nacido en cautiverio después del golpe de marzo de 1976.