Madrid, 12 de octubre. El desfile militar del 12 de octubre, que en España celebra el Día de la Hispanidad, se convirtió en una rechifla contra el presidente del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien por quinto año consecutivo fue insultado y abucheado durante la conmemoración.

Por primera vez tanto el rey del Estado español, Juan Carlos, como su heredero al trono, Felipe, criticaron los gritos contra el mandatario, que calificaron de recurrentes y que no respeta momentos solemnes, como es el recuerdo a los caídos.

Desde que asumió el poder, en 2004, Rodríguez Zapatero ha sido abucheado durante el desfile del 12 de octubre, sobre todo por grupos de extrema derecha y ciudadanos próximos a esta ideología política que se congregan en las inmediaciones de la tribuna de autoridades para expresar su malestar con este gobierno.

Los motivos: desde los efectos de la crisis en el empleo hasta la ley del aborto, la legislación que admite los matrimonios homosexuales, la ley de la memoria histórica y hasta por querer cambiar el tricornio a la Guardia Civil.

El mandatario español, que vive su peor momento político tras el duro desgaste por la crisis y el aumento del desempleo, relativizó los insultos al sostener que forma parte del guión.

Sin embargo, el vocero de la Comisión de Defensa de su partido en el Congreso, Jesús Cuadrado, acusó de las rechiflas y críticas a grupos radicales de la extrema derecha organizados a través de diversas redes sociales.

Se sumó a la preocupación expresada por los monarcas, al afirmar que se traslada a la opinión pública una imagen de que quien protagoniza la fiesta nacional es la extrema derecha.

Lo que más indignó tanto a los mandos militares como a los dirigentes políticos fue que los gritos de Zapatero, embustero o Zapatero, dimisión se escucharon incluso en el momento de homenaje a los caídos, en teoría el instante más solemne pues es cuando se recuerda a todos los militares muertos en servicio.

En el desfile de este año se invitó a varios países de América Latina para que participaran con sus banderas y estandartes y así rememorar la fecha del descubrimiento y, también, como un acto más de la celebración del bicentenario de los movimientos de independencia.

Sin embargo, la ausencia de última hora de la bandera venezolana –la embajada alegó que quien cargaría la bandera se encontraba indispuesto– despertó la polémica, con un cruce de declaraciones entre los responsables de Defensa y la delegación diplomática.

Incluso algunos medios de comunicación atribuyeron la ausencia de última hora al malestar que hay en Caracas ante las reiteradas acusaciones de la justicia y de algunos partidos políticos, sobre todo del derechista Partido Popular, de que el gobierno de Hugo Chávez tiene vínculos con el grupo armado vasco ETA.

La embajada venezolana señaló que no es en ningún caso atribuible a malestar alguno en las relaciones bilaterales, como insinúan los medios españoles, que tienen a Venezuela y al gobierno del presidente Chávez en la mira de sus fusiles mediáticos. Y buscan imponer la mentira y la falsedad para construir sus verdades.

Sí desfiló el resto de las naciones invitadas al Día de la Hispanidad: Argentina, Colombia, Ecuador, El Salvador, Chile Paraguay, Bolivia y México.