La rehabilitación de la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, que reabrirá sus puertas el próximo 19 de noviembre después de tres años de trabajos, costó 688 millones de pesos, es decir, 72 por ciento más de lo estimado en 2008, que fue de 400 millones de pesos. Asimismo, 80 por ciento de esa inversión se destinó a la mecánica teatral del recinto.

El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Alonso Lujambio, informó que en tres años se invirtieron 688 millones de pesos, y anunció que para 2011 se realizará una segunda etapa de reacondicionamiento en el exterior del recinto para ofrecer mejores condiciones de seguridad y servicios.

Estamos ante una de las obras más importantes del bicentenario de la Independencia y del centenario de la Revolución Mexicana, a la que el gobierno dedicó más tiempo y cuidado, señaló el titular de la SEP.

La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio, explicó que antes del 19 de noviembre se realizará A las puertas del Palacio, que incluye conciertos en la explanada del recinto, de Wynton Marsalis y Philip Glass; espectáculos de música mexicana en la sala Manuel M. Ponce y conferencias de Gonzalo Celorio y Elena Poniatowska.

Como parte de las actividades previas a la de reinauguración de la Sala Principal, se abrirá la exposición de Saturnino Herrán en el Museo del Palacio de Bellas Artes, se montará un altar de muertos y habrá un concierto de música electrónica alemana en la explanada.

La Compañía Nacional de Danza estrenará Onegin, mientras la de Ópera escenificará Fidelio, a principios de noviembre.

Vicencio explicó que el 19 de noviembre la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) interpretará la Sinfonía India, de Carlos Chávez, y luego se realizará la ceremonia de reinauguración del Palacio de Bellas Artes con la asistencia del presidente Felipe Calderón.

También se proyectará el video Historia íntima del Palacio de Bellas Artes, que presenta una entrevista con Rafael Galicia, trabajador fundador del recinto. Finalmente, la OSN interpretará el Huapango, de Moncayo, y el coro del Teatro de Bellas Artes presentará una gala de arias.

El remozamiento del recinto abarcó el piso de madera de la sala, el diseño de los palcos, la limpieza del mármol y elementos metálicos, así como la sustitución de piezas dañadas y la restauración del mural, y una revisión integral de la iluminación.

También se hizo el diseño y fabricación de barandales y puertas de entrad. Se recuperaron las áreas laterales exteriores con la construcción de jardineras; se reubicaron las oficinas generales, porque se instalaron salidas de emergencia para los músicos.

Fue eliminado el declive típico de los escenarios antiguos; se mejoró la acústica, se sustituyó todo el sistema mecánico de piso y se disminuyeron las butacas de mil 700 a mil 496.

La construcción del máximo escenario del arte y la cultura en México se inició el 2 de abril de 1904 para remplazar al demolido Teatro Nacional. El proyecto estuvo a cargo del arquitecto italiano Adamo Boari, quien diseñó un edificio ecléctico mezclando los estilos art decó y art noveau.

Philippe Amand, asesor técnico de la rehabilitación, dijo que el Palacio de Bellas Artes quedó modernizado, con mejor acústica, más seguro, y brinda mayor comodidad al espectador.