Fue inaugurado el Foro Binacional de Políticas Públicas sobre Salud y Migración
Aumentó al doble la prevalencia de diabetes y sida, y seis veces la adicción a las drogas
La situación de las mexicanas que emigraron al norte, entre los principales temas abordados
Martes 5 de octubre de 2010, p. 36
Guanajuato, Gto. 4 de octubre. Los mexicanos que viven sin documentos migratorios en Estados Unidos están en mayor riesgo de enfermar y morir a causa de la falta de acceso a servicios de salud, problema que se ha agudizado a partir de las propuestas legislativas antinmigrantes que existen en 26 estados de aquel país. De entrada, los connacionales reportan el doble de prevalencia en enfermedades como diabetes y VIH/sida y hasta seis veces más en adicción a drogas ilegales. Así lo expusieron funcionarios e investigadores que participan en el Foro Binacional de Políticas Públicas sobre Salud y Migración, inaugurado hoy en esta ciudad, en el que también se informó que uno de cada tres migrantes carece de acceso a servicios médicos.
Uno de los temas principales del foro giró en torno a la situación de las mujeres. En sólo 10 entidades estadunidenses, este sector representa a 40 por ciento de los mexicanos que viven en aquel país; no obstante, carecen de acceso a servicios médicos y están en clara situación de desventaja.
Sólo una quinta parte de las mexicanas tienen seguro médico público, lo que contrasta con 41 por ciento de las migrantes afroestadunidenses que gozan de esta prestación.
Paula Leite, directora de Estudios Socioeconómicos y Migración Internacional del Consejo Nacional de Población, presentó los resultados del reporte Migración y salud de las mujeres mexicanas en Estados Unidos, elaborado por este organismo en colaboración con la Universidad de California.
La especialista resaltó la desigualdad en que se encuentran las mexicanas, a pesar de que apenas representan 6 por ciento de la carga económica en salud para el gobierno de Estados Unidos.
El estudio detectó que de las mujeres migrantes de cualquier nacionalidad, las mexicanas representan 52.3 por ciento del total, 25 por ciento son otras inmigrantes
; 14 son nativas blancas no latinas; y 21.4 afroestadunidenses.
Antes, el secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos, presentó algunos de los indicadores sobre la salud de los 30 millones de migrantes mexicanos (hombres y mujeres) que se encuentran del otro lado de la frontera. Destacó que sus enfermedades se acercan más a las de la población de aquel país.
Es el caso del VIH, cuya prevalencia en Estados Unidos es de 0.8 por ciento; en los migrantes, 0.6, y en México es de 0.36 por ciento. En diabetes, la frecuencia es de 20, 14 y 7 por ciento, respectivamente, pero en consumo de drogas la prevalencia es de 24.3 por ciento en los estadunidenses, de 6.2 por ciento entre los migrantes y de 0.9 en la población mexicana.
Otro problema grave son las enfermedades mentales que afectan a 15.4 por ciento de los migrantes, a 22.3 por ciento de los estadunidenses y a 6.4 por ciento de los mexicanos.
El Foro Binacional enmarcó el inicio de la décima Semana Binacional de Salud. A la ceremonia inaugural asistieron Margarita Zavala, esposa del presidente Felipe Calderón, y el gobernador del estado, Juan Manuel Oliva, especialistas de México y Estados Unidos, aunque llamó la atención la ausencia de funcionarios del vecino del norte.
Ahí mismo se aplicaron las primeras dosis de vacunas, vitaminas y desparasitantes a niños menores de cinco años, actividad que se reproducirá a escala nacional y en 41 consulados de México en Estados Unidos durante los siguientes días.
Estaba anunciada la participación en un panel de los gobernadores de Michoacán, Morelos y Nayarit, pero ninguno llegó, según Córdova por cuestiones climatológicas y problemas políticos
. El espacio fue ocupado por él mismo y el gobernador Oliva, quienes se concentraron en la situación de los migrantes locales.
Entre otros asuntos, Oliva señaló que la Conferencia Nacional de Gobernadores solicitó al gobierno federal la asignación de recursos extraordinarios que permita a las entidades proporcionar atención a los migrantes en tránsito o que hayan sido deportados.