Con las manos vacías se quedaron los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México, porque el trofeo conmemorativo por los 100 años de la máxima casa de estudios, disputado en todos los juegos de la fecha nueve, se fue a Cancún después de que en cosa de cinco minutos los Potros del Atlante, que perdían 0-2, consiguieron la igualada a dos tantos, y por poco se llevan el triunfo.

Una sonora rechifla recibieron los universitarios, sobre todo dedicada al presidente del patronato, Víctor Mahbub, quien apuradamente entregó la copa plateada al azulgrana Daniel Guerrero; molesto rehusó hablar y desapareció de escena. Mientras, a un costado, rumbo a la escalinata para descender al vestidor, el argentino Martín Bravo, autor de los goles auriazules, confesó que se iba con sabor amargo.

En la cabecera sur, la barra atlantista cambió su habitual porra de Les guste o no les guste, les cuadre o no..., por el de ¡Pumas: feliz aniversario, chin... a su m...!, y junto al pebetero se escuchaba monótono y desangelado el cómo no te voy a quereeer...

La fiesta local tomó buen sendero tras la emotiva entonación del himno universitario, con todo mundo elevando el puño derecho y con los jugadores de casa vistiendo un uniforme retro, ello a pesar del inicio explosivo de un Atlante que no quiso ser menos en cuanto a la dinámica de los anfitriones.

Moisés Muñoz fue el primero de los guardametas en ser exigido, pero Jerónimo Amione también puso a prueba los reflejos del local Sergio Bernal; luego, al minuto 15, Fernando Espinosa tuvo una valiosa intervención al despejar en el área un disparo que los atlantistas ya cantaban como gol.

El paraguayo Dante López y Martín Bravo acosaron el área de Potros sin mayor fruto, hasta que al minuto 22 Espinosa avanzó por derecha, envió un servicio al área y Bravo cabeceó a primer palo para definir el 1-0. Las goyas se desgranaron festivas por todo el graderío. En el palco de honor había sonrisas entre los presentes, como el rector José Narro y el ex directivo Arturo Elías Ayub.

Los esfuerzos de Amione, Fernando Navarro, Johan Fano y El Hobbit Bermúdez se estrellaron contra la buena defensa local y la propia mala puntería. Cerca del final del primer periodo Dante llegó por el costado derecho, sembró rivales, pero no se sintió cómodo para definir frente al portero y echó por la borda su avance con un envío descompuesto, con excesiva fuerza, que pasó entre las piernas de Bravo.

El segundo tiempo también resultó de mucho desgaste por la velocidad con que arrancó. Atlante tuvo dos tiros de esquina, mientras Fano remitió un tiro que cruzó de más. Al minuto 53, Dante López, quien jugó inspirado, estrelló su remate en Moisés, recuperó la pelota y la dio de espaldas a Martín, cuyo envío se estrelló en el poste derecho y luego entró para definir el 2-0.

Extrañamente, el técnico Guillermo Vázquez decidió sacar al acertado Bravo e ingresó a Juan Francisco Palencia; luego redondeó con los novatos Kevin Quiñones y Emilio Orrantia, y aguó la fiesta. Fue en los cambios donde Eduardo Bacas, El Tucumano, le comió el mandado, pues hizo movimientos certeros para apuntalar a su equipo.

Bacas estaba inmerso en el partido, daba instrucciones y gritos desde el borde del área técnica, e ingresó a Alex Diego, Arturo Muñoz y Líder Mármol.

Al minuto 74, el Atlante cobró un tiro de esquina por la izquierda, se armó el tira-tira en el área, Leandro Augusto salvó en una ocasión, pero nadie pudo evitar el tanto del peruano Johan Fano. Pumas no terminaba de salir de la sorpresa cuando recibió el segundo, Amione avanzó a velocidad y Bernal salió a su encuentro barriéndose y lo derribó, por lo que el árbitro Roberto García marcó penal.

Fano cobró con potencia casi al centro y elevado, mientras Bernal se lanzó a su derecha. Con el 2-2 en el tablero, el estadio enmudeció y sólo se escuchaban las porras de los atlantistas. Los últimos minutos se esfumaron entre nuevos sustos para los de casa y la asistencia médica para jugadores azulgranas que comenzaron a padecer por la altitud y el calor.

Bravo dijo que él no pidió su cambio; no, no lo entiendo, para nada, y confesó irse con sabor amargo, mientras Palencia manifestó que hubo minutos claves: creo que esos cinco minutos que nos desconcentramos ellos los aprovecharon bien... Da tristeza, porque estábamos haciendo bien las cosas. El técnico Memo Vázquez no habló.

Bacas destacó: Tuvimos la fortaleza de remontar un resultado malo ante un rival difícil y en una cancha muy complicada como la de Pumas. El empate sabe a oro molido.