El problema se resuelve con controles políticos, no con un instituto nacional electoral, dice
neocaciquismode los gobernadores
Sábado 25 de septiembre de 2010, p. 10
San Luis Potosí, SLP, 24 de septiembre. La creciente injerencia de los gobernadores en el nombramiento de los organismos autónomos, aun los institutos estatales electorales, no se resolverá con la creación de un instituto nacional electoral, afirmó Diego Valadés Ríos, miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Esa injerencia sólo se resolverá cuando establezcamos limitaciones al caciquismo, al neocaciquismo que está apareciendo en el país y que está influyendo en todos los órganos, incluso en la designación de los órganos jurisdiccionales, y hasta en la vida interna de los partidos
, dijo el ex procurador General de la República.
Al participar primero con una ponencia magistral en la 37 reunión nacional de consejeros presidentes de organismos electorales, y luego en entrevista, Diego Valadés consideró que lo que estamos viendo en este momento en el país, con la injerencia de los gobernadores en casi todos los ámbitos, es la reproducción de todas las deficiencias de viejo, del arcaico sistema presidencial mexicano, pero incluso a una escala mucho mayor que lo que había antes en el país.
Sobre la propuesta de crear el Instituto Nacional Electoral –que sería el único organismo en la organización de los comicios en el país y sustituiría a los organismos locales–, el jurista aseguró que debe reformarse lo que no funciona, y en este momento el sistema electoral y los organismos estatales en la materia están funcionando satisfactoriamente
.
Sin embargo, advirtió que el neocaciquismo representa un grave deterioro de la vida institucional, e incluso la amenaza del autoritarismo. Ese caciquismo sólo se corrige con controles políticos para quienes ejercen funciones políticas.
Toda la lucha de las reformas que se están planteando ahora es para que el lado de las libertades públicas de las que ya gozamos, también existan responsabilidades políticas por parte de los gobernantes, entonces mientras no tengamos eso, nuestra democracia será muy deficiente
, dijo.
En su ponencia magistral, expresó algunos puntos que desde su perspectiva podrían fortalecer al sistema político y su régimen democrático. Entre ellos, citó la relección consecutiva de los legisladores, la ratificación del gabinete por el Congreso y que los funcionarios tengan acceso a la tribuna legislativa.
Mostró su rechazo a la segunda vuelta presidencial y a las candidaturas independientes, ya que ambas representarían un debilitamiento del Congreso y de los partidos políticos.
Es un hecho, dijo, que las candidaturas independientes pueden generar una erosión aún mayor de la confianza ciudadana sobre los partidos políticos y debilitar éstos frente al control que ejercen sobre los gobiernos.
Incluso podría darse el caso de que una familia o un grupo de ellas, con las llamadas candidaturas independientes, decidiera controlar alguna zona o municipio, fortaleciendo así un sistema de cacicazgos. Además, la autoridad electoral y órganos de vigilancia que ahora vigilan y auditan el uso de recursos públicos de siete u ocho partidos políticos, no podría hacerlo con cientos o tal vez miles cuentas particulares.
Ante los consejeros presidentes de los órganos electorales de todo el país, Valadés alertó que la disminución en la confianza en las instituciones supone un mayor riesgo de retroceso autoritario, por lo cual resulta importante que, en vez de alentar esta tendencia, se emprendan acciones para contrarrestarla. Sugirió que el fortalecimiento del sistema político pasa por la credibilidad y fortaleza de los partidos.
Propuso el acceso de los funcionarios gubernamentales a la tribuna legislativa, pues, hasta ahora, cada vez que quieren hacer un anuncio importante en materia de política pública, regularmente citan a conferencia de prensa, o pasan por todos los noticiarios de radio y televisión. Sería mejor que tuvieran una presencia en el Congreso.