El policía municipal de Cuernavaca, Morelos, Santiago Estrada Saucedo, quien el pasado 13 de septiembre organizó un paro de labores en la corporación en demanda de aumento salarial, mejor armamento y prestaciones laborales, reveló que ese día el alcalde Manuel Martínez Garrigós lo amenazó con destituirlo por ser el más pedero y véanme, aquí estoy sin trabajo.

Él y los otros 87 agentes cesados el pasado martes por no aprobar los exámenes de control de confianza, según el gobierno municipal, solicitaron este jueves al Congreso local intervenir para ser reinstalados en el cargo o liquidados según la ley.

Además, presentaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), contra el edil priísta Martínez Garrigós, a quien acusan de violentar su derecho al trabajo y difamarlos, al asegurar que no son aptos para cuidar a los ciudadanos.

Advirtieron que no aceptarán el finiquito de 15 mil pesos que pretenden darles, para después boletinarlos de que no son personas de confianza. El próximo lunes, 50 de ellos presentarán una demanda ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo por despido injustificado, informó el representante legal de los uniformados, Carlos de la Rosa.

Ante diputados locales del PRI, los policías de Cuernavaca acusaron a Martínez Garrigós de darlos de baja en represalia por el paro de labores.

Sin policías, municipio sonorense

El municipio fronterizo de Sáric, Sonora –ubicado en la zona noroeste de la entidad– se quedó sin policías, debido a que los 10 elementos de la corporación renunciaron, fueron cesados por actos de indisciplina o ejecutados por sicarios, informó el alcalde panista Fidel Lizárraga Celaya.

En entrevista, explicó que debido a la presencia de grupos del crimen organizado en la región –usada para el tráfico de drogas y paso de migrantes hacia Estados Unidos– entre 20 y 30 por ciento de los 5 mil 500 habitantes que había en la localidad hasta 2009, emigraron a otros municipios o al vecino país.

Detalló que ahora, la vigilancia en las comunidades de Sásabe (uno de los principales puntos de cruce de indocumentados de Sonora a Arizona), Cierro Prieto y la cabecera municipal Sáric, las realiza un pequeño grupo de policías estatales y ocasionalmente militares.