A sus recién cumplidos 31 años, cuando Rubén Imaz ha comprendido más acerca de la vida, es cuando ha tenido que enfrentar la muerte de personas cercanas. Sus dos largometrajes, Familia tortuga y Cefalópodo, han sido un acto de sanación, para quienes lo realizaron y para los espectadores (eso espera, dice).

Hoy, más que nunca, falta humanismo, opinó en entrevista el director Rubén Ímaz, cuya cinta obtuvo los premios mejor opera prima y mejor actor, en el festival de Guadalajara.

Durante el funeral de su sobrino de seis años, el cura dijo en su sermón, que Dios siempre tiene sus razones para hacer las cosas. Imaz se preguntó si eso era suficiente. No, necesitaba un ritual, dijo. Así que el cine fue mi búsqueda, una búsqueda poética, una manera de intentar entender por qué estamos aquí. Tenemos un fin humanista más elevado, dijo. Cree que hay que recordarlo, especialmente ahora que se va todo al carajísimo.

El cefalópodo es un antiguo molusco marino que vive en las profundidades del mar. Es una cabeza con tentáculos, mientras el personaje principal de la cinta, es una cabeza con piernas, porque sufrió una pérdida y por ser un alma dolida que intenta vivir el día a día.

Noventa por ciento del cine es antiterapéutico y genera un discurso moral engañoso, dijo Ímaz. En ese tipo de cine se busca que el espectador se identifique, pero de manera facilona.

En cambio, él siempre ha buscado –en las películas que ve y las propias– que me hablen con sinceridad sobre los problemas, y que den un granito de humanismo.

En la película, el joven pintor vasco Sebastián (interpretado por Unax Ugalde) llega a México poco después de la muerte de su novia. “También es una película de amor, una road movie, un drama sicológico (en el alma del actor)”, contó Ímaz.

Unax Ugalde, nacido en 1978, estuvo nominado al premio Goya por mejor interpretación masculina de reparto, en la cinta Héctor (2004). También obtuvo el premio a mejor actor protagonista en el festival de Viña del Mar, por Frío sol de invierno (2004). Ahora fue premiado como mejor actor en el festival de Guadalajara.

En lugar de platicarle de qué manera (quería que actuara), le pregunté sobre sus duelos, dijo el director.

Ugalde, quien se disculpó por no acudir al estreno, dijo vía telefónica que aceptó el papel porque le parece interesantísimo el trabajo de Imaz. Familia tortuga me pareció espectacular, y “el guión de Cefalópodo me llegó al alma”.

El actor destacó la expresión poética de esta cinta. Para Ugalde, la película permite ir más allá del dolor y seguir adelante, porque la vida se nos va de las manos.

La idea del cefalópodo vino de que el primo del director, Rodrigo Ímaz, artista plástico, ha trabajado con el tema desde hace siete años. En la cinta Sebastián pinta uno de estos animales (en realidad realizado por Rodrigo).

Es un animal extraño, con inteligencia y físico particular, que da para muchas metáforas, dijo Imaz. Es medio brusco y a la vez suave, feo y bello. Así que dependerá de cada quien lo que vea reflejado.

En el filme, Sebastián termina haciendo un viaje al desierto de Sonora. Ímaz se respaldó en lo que ha sido el desierto para los humanos desde siempre: en su capacidad de purificación, en que es un lugar de paz absoluta, y también una especie de limbo.

El desierto fue filmado en súper 16 mm, en contraste con la ciudad, en digital.

Así como el mar, también presente en la cinta, el desierto representa un espacio vasto, que parece no tener fin. Sin embargo, siempre hay más: más allá del desierto y el mar hay gente que vive, dijo el director.

En el desierto, el personaje empieza a desprenderse de elementos, va dejando influencias, dijo el actor, quien también se disculpó por no asistir a promocionar la cinta, aunque él porque está trabajando en la cinta Matar a Carrero.

Historia sanadora

Espera que los espectadores sientan la cinta como nosotros al hacerla: para nosotros fue una historia muy sanadora.

Cefalópodo es distribuida por Canana y se exhibe con cinco copias desde ayer en la Cineteca Nacional, Cinépolis Universidad, Cinemex Casa de Arte, Cinemark CNA y Lumiere Puerta Texcoco.