El director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Juan José Suárez Coppel, compartió con senadores de todas las fuerzas políticas su preocupación por la excesiva carga fiscal que quita a la empresa la mayor parte de sus recursos y anunció que comenzarán a licitar contratos de desempeño para que empresas extranjeras exploten campos maduros en Tabasco, en Chicontepec, Veracruz, y en una segunda fase en yacimientos de aguas profundas.

Reconoció que ya hay trabajadores extranjeros que laboran en instalaciones de Pemex, parte de ellos en Tabasco, aunque aclaró que es personal traído por las compañías contratistas trasnacionales. Éstas, dijo, argumentan que no pueden ser sustituidos por mexicanos debido a su alta capacitación.

El presidente de la Comisión de Energía del Senado, el priísta Francisco Labastida, le dijo a Suárez Coppel que es frustrante que uno de los objetivos de la reforma energética de 2008, que fue dar autonomía financiera a Pemex, no se haya logrado.

Nuestro grito de batalla fue: vamos a expropiarle Pemex a Hacienda, pero no lo logramos. Explicó que si la paraestatal pagara la tasa impositiva que tiene Petrobras o cualquier otra petrolera en el mundo, tendría utilidades por más de 500 mil millones de pesos, después de cubrir impuestos, pero no es así.

El perredista Pablo Gómez, en tanto, calificó a Pemex de un gigante con pies de barro, y su compañero de bancada Graco Ramírez hizo notar que sigue la lógica de la Secretaría de Hacienda de despojar a la paraestatal de sus recursos. Hizo notar que no hay incentivos en la ley de derechos y se requiere un régimen atractivo para que pueda explotar pozos maduros y se logre una producción de 200 mil barriles diarios.

Te restringen presupuesto y no te dan para invertir en la producción de crudo, dijo Graco Ramírez al funcionario. Le hizo notar que faltarán 80 mil millones para inversiones y le pidió que, con toda honestidad, le explicara el régimen impositivo de Pemex.

Juan José Suárez Coppel, director de Pemex, durante su comparecenciaFoto José Carlo González

Suárez Coppel expuso que Petróleos Mexicanos no es rentable debido a ese tratamiento fiscal que se le impone, a la obligación de subsidiar el gas LP, al tope del endeudamiento y otros factores. Hizo notar que aunque (la brasileña) Petrobras siempre fue una empresa de Estado, nunca operó como paraestatal, y pidió a los senadores optimizar la reforma energética aprobada hace dos años.

Expuso luego que 2010 ha sido un año de claroscuros para Pemex, toda vez que debe revertir la declinación de los pozos; ha sido un año malo para la refinación porque se dieron un sinnúmero de paros no programados por falta de mantenimiento. Explicó que este año el consejo de administración aprobó un presupuesto de 320 mil millones de pesos, que es el que puede ser financiable dentro del esfuerzo de productividad laboral que negocian con el sindicato petrolero.

Consideró fundamental restructurar el pasivo laboral que enfrenta Pemex, de 650 mil millones de pesos, el cual representa casi 60 por ciento de los activos de la empresa. Es necesario, recalcó, eliminar ese lastre de tener que pagar a los pensionados y la incertidumbre de los trabajadores en activo de si habrá recursos en el futuro para el pago de pensiones y servicio médico.

Interrogado sobre los contratos de desempeño, el funcionario detalló que tienen ya un modelo para contratar empresas que complementen la capacidad de la paraestatal. No estamos buscando a alguien que venga a sustituir a Pemex ni que haga su trabajo, recalcó.

Suárez Coppel expresó finalmente que el robo de petróleo en ductos de la paraestatal aumentó este año más de 40 por ciento, aunque la extracción ilegal de crudo disminuyó en más de 50 por ciento debido a la mayor vigilancia. En lo que va del año, agregó, el hurto de condensados fue de 2 mil barriles, mientras en 2008 fueron 80 mil.