Los Bunkers, reconocida banda chilena de rock que actualmente reside en México, rinde tributo al trovador cubano Silvio Rodríguez en un disco que aparecerá en octubre. El álbum, Música libre, fue producido por Emmanuel Meme del Real, de Café Tacvba. De éste se desprende el sencillo Sueño con serpientes, versión roquera dada a conocer en estos días y que se puede escuchar en www.youtube.com/watch?v=GDMmxkiXdfU.

Lo hicieron por el puro gusto y disfrute. De paso, nuevas generaciones escucharán por primera vez canciones que forman parte de la memoria colectiva sentimental de millones en generaciones anteriores, piezas como Y nada más, Santiago de Chile y Pequeña serenata diurna.

Las canciones de Silvio Rodríguez tienen un valor artístico que sobrepasa al político. El valor artístico de la obra sobrepasa a su tiempo, a su género musical, a su nacionalidad, idioma, ideología, opinó el guitarrista Mauricio Durán durante una entrevista colectiva con el grupo. Puso de ejemplo la emblemática pieza de John Lennon Imagine. Dijo que tiene una dimensión política, otra humanitaria, otra personal, pero finalmente lo que cuenta es que es una buena canción; el resto de las dimensiones darían igual si fuera una mala canción.

Suma de partes

Del mismo modo, Sueño con serpientes es más que la suma de sus partes: su dimensión política, la onírica, la musical, siguió Mauricio.

Esta canción, elegida como sencillo, fue grabada en Días y flores (1975), el primer álbum solista de Silvio Rodríguez. Al menos tres piezas del disco de Los Bunkers pertenecen a aquel popular elepé.

Francisco Durán (guitarra, teclado y voz), hermano de Mauricio, habló sobre el origen del proyecto: hace unos meses trabajaban sobre temas propios para un nuevo disco, con Meme del Real como productor, y surgió una improvisación de un tema de Silvio, La era está pariendo un corazón, y luego Que ya viví, que te vas. Como que tenía mucho sentido que sonara de esa manera. Nos dimos cuenta de que estas canciones nunca habían sido mostradas en este lenguaje, siguió Francisco.

Decidieron grabar un álbum, su sexto de estudio. El de temas propios tendría que esperar.

En el pasado han interpretado piezas de Violeta Parra y Víctor Jara, entre otros compositores comprometidos con el humanismo.

Éste no surgió por razones intelectuales, sino emocionales; porque nos conmovían las canciones, quisimos darnos un gusto, dijo Francisco.

Por tanto, el repertorio elegido no es un lo mejor de, sino las que más conmueven a esta banda que siente enorme admiración por la obra del cubano. A algunos integrantes del grupo, como muchos chilenos, la música de Silvio los ha acompañado durante toda la vida.

Los arreglos son suyos y de Meme del Real. Mantienen el sentimiento que nos produce la versión original, dijo Álvaro López (voz y guitarra). El arreglo, con más o menos distorsión, son cosas que escuchábamos en las canciones de Silvio.

Después de todo, el compositor cubano se ha nutrido de los Beatles y más. Al final hay (en Silvio) bastante más rocanrol o pop que en muchas bandas de rock. Sin contar las letras, que ya son bastante más roqueras (que muchos grupos), opinó Mauricio.

En el álbum se escuchan –como dicen ellos mismos– sus influencias, como Blur y un montón de cosas que tenemos en nuestro bagaje musical. Ésa va a ser la conexión con las generaciones más jóvenes, que a lo mejor van a sentir otro tipo de influencias, pero enmarcando canciones con bastante más peso que las que están acostumbrados a escuchar, dijo Francisco.

Hicieron una versión de Santiago de Chile, obviamente cercana a su historia. Su versión es más acelerada, y la música de fondo semeja el traqueteo de una metralleta. Nada en el disco es gratuito, todo tiene una razón, y tiene que ver con lo que pensamos que quería expresar la letra, contó Mauricio.

Silvio Rodríguez siempre ha mantenido una relación cercana con los chilenos. Se presentó en ese país cuando Salvador Allende gobernaba y tras el regreso de la democracia, en 1990. En esa ocasión realizó un memorable concierto en el Estadio Nacional, ante unas 80 mil personas, quizás el concierto más grande que haya habido en Chile. Hace unos días llevó a cabo un recital en La Habana, por el bicentenario de la independencia de Chile. Durante la dictadura en ese país, sus discos estuvieron prohibidos.

Las edades de los integrantes de Los Bunkers, originarios de Concepción, van de los 28 a los 41 años, y cada uno se ha acercado a la obra de Silvio de distintas maneras y momentos. Sus gustos son tan eclécticos que incluyen desde los Who, los Beatles, los Rolling Stones y los Kinks, pasando por Velvet Underground, The Clash, The Smiths, David Bowie, Los Tres, Los Jaivas, Blur, hasta Violeta Parra, a quien profesan especial admiración. Un iPod nuestro puede pasar de Abba, José José, los Sex Pistols, Madonna, The Cars... Lo que nos gusta son las canciones buenas, dijo el baterista Mauricio Basualto.

Musicalmente nos criamos más cercano a un sonido más sesentero, y partiendo de ahí expandieron su panorama, dijo Álvaro.

El cantante, guitarrista y compositor chileno Manuel García, fundador de Mecánica Popular, participa en dos canciones.

Respecto a trabajar con Meme del Real, Basualto opinó: Generó un espíritu nuevo, refrescó la manera de tocar. Influyó desde en lo humano hasta en lo técnico... Aparecieron cosas nuevas en el estudio que seguramente por cuenta propia no hubiéramos hecho. En el resultado es notorio.

El arte del disco es de Quique Rangel, de Café Tacvba. Estamos bien cobijados por los tacvbos, lanzaron entre risas.

Han mantenido contacto con gente que trabaja con el trovador cubano. Ya le enviaron una versión del disco, pero aún no reciben la opinión de Rodríguez.

El bajista Gonzalo López, hermano de Álvaro, opinó que este disco no sé si nos atrevemos a hacerlo si estuviéramos en Chile. Acá nos hemos dado la oportunidad de renovarnos. Este disco es la consecuencia de eso, de experimentar más, de ser menos dogmáticos.