Las últimas cuatro inundaciones en Tabasco pudieron haberse evitado si el gobierno federal hubiese antepuesto la seguridad de la población a los intereses de los productores privados de energía eléctrica, afirmó el gobernador Andrés Granier.

En reunión de trabajo en el Senado de la República, el presidente de la mesa directiva del Senado, Manlio Fabio Beltrones, recordó que en diciembre de 2004 la Cámara de Diputados aprobó modificaciones a la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado, las cuales reconocen el derecho de los particulares a indemnización por irregularidades administrativas del Estado, en este caso, los daños causados por una situación absolutamente previsible. Las nuevas disposiciones entraron en vigor en enero de 2005.

En su intervención, Granier informó que debido a las cuatro recientes inundaciones el erario estatal ha sufrido una merma de casi 50 mil millones de pesos y miles de tabasqueños han resultado afectados; además, el plan hídrico para el estado aún no está terminado y la entidad tampoco tiene acceso a fondos federales para atender las crisis recurrentes.

Se confirman las advertencias de AMLO: Ricardo Monreal

Ricardo Monreal, coordinador de la bancada del Partido del Trabajo (PT), lamentó que Granier Melo denuncie de manera tibia y cuatro años después la negligencia del gobierno del presidente Felipe Calderón ante las tragedias que padecen los tabasqueños debido a la corrupción.

También cuestionó que no reconozca la responsabilidad del gobierno estatal.

Le voy a dejar un texto que escribió Andrés Manuel López Obrador hace cuatro años, en el cual denuncia lo que usted viene a decir aquí y quiere que nosotros debatamos en tribuna. Se lo dejo para que lo lea. Entonces dijeron que López Obrador estaba loco y que quería lucrar políticamente con la tragedia. Qué bueno que usted viene a confirmar lo que López Obrador dijo hace cuatro años, pero qué lástima que haya tardado tanto en reconocerlo, perjudicando así a la gente que gobierna.

En su exposición, el gobernador tabasqueño advirtió que en las próximas semanas el estado vivirá un altísimo riesgo por las lluvias torrenciales que se prevén y el desfogue de las presas, cuyo manejo técnico en años recientes no nos convence, porque se antepone la generación de energía a la seguridad de nuestro pueblo.

El gobernador señaló que Tabasco se encuentra en la antesala de un desastre aún más grande que el de 2007, considerado el peor de su historia, y advirtió que mientras el gobierno federal no conceda al plan hídrico integral la importancia que merece y diseñe un plan de inversión garantizada, la entidad continuará siendo altamente vulnerable a los efectos del cambio climático.

No es cuestión de privilegios, sino del trato justo que Tabasco merece por lo mucho que aporta al desarrollo del país, pero a pesar de ello se mantienen enormes asimetrías socioeconómicas con el resto de las regiones, aseveró al presentar una serie de planteamientos que buscan una reingeniería total del territorio tabasqueño, más allá del plan hídrico, y aligerar la carga presupuestal que ha significado la reconstrucción después de cuatro inundaciones seguidas. Tabasco no puede ni debe ser medido de la misma forma que otras entidades, sostuvo.

Apeló a la solidaridad del Congreso de la Unión para que en la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación 2011 considere inversiones para obras y otras acciones que reduzcan la vulnerabilidad del estado y reactiven su golpeada economía. También propuso modificar las reglas de operación del Fondo de Desastres Naturales relativas a las aportaciones paritarias.