una farsa, dice Encinas
Lunes 6 de septiembre de 2010, p. 5
Es necesario un viraje profundo en la conducción del país, un golpe de timón en la política económica y social para frenar, ante el fracaso del panismo, el intento restaurador del viejo régimen que, cobijado bajo el mando de una campaña mediática, pretende crear una imagen amable en mangas de camisa disfrazando su rostro autoritario
, advirtió el PRD en la Cámara de Diputados.
Alejandro Encinas, coordinador del sol azteca en San Lázaro, expuso la urgencia de avanzar en el ámbito de la reforma política, con el propósito de fortalecer la vida democrática y los procesos electorales, y regular las concesiones públicas que detentan los medios de comunicación, pero fundamentalmente dar mayor poder a los ciudadanos.
Queremos un Estado fuerte, pero también una sociedad fuerte. Fortalecer el poder de los ciudadanos a través del ejercicio directo de derechos con figuras como plebiscito, referendo, revocación de mandato, iniciativa popular y rendición de cuentas, asumiendo que es momento de dotar de atribuciones a los ciudadanos para participar en los asuntos públicos.
El posicionamiento del perredismo en la Cámara de Diputados llamó a todos los sectores sociales, políticos y económicos del país a restablecer la dignidad republicana del Congreso y retornar a la esencia constitucional para que el Ejecutivo federal rinda cuentas ante el Poder Legislativo.
La crítica se enfocó en el contenido del mensaje que emitió Felipe Calderón en Palacio Nacional, el jueves pasado. Encinas se refirió así a ese acto:
“Lo que conocimos como Informe, a través de los medios de comunicación, es una farsa. El optimismo desbordado sobre la recuperación económica, la estabilidad política y los avances en la lucha contra el narcotráfico contrastan con la vida cotidiana de los mexicanos.
Basta revisar las cifras oficiales para acreditar la debilidad de la economía y la enorme desigualdad que una inhumana política económica ha generado: el desempleo y la miseria contrastan con la opulencia y los privilegios de unos cuantos; el desmantelamiento de las instituciones públicas, así como las profundas heridas que en diversas regiones del país ha abierto la estrategia de lucha contra el narcotráfico
, concluyó Encinas.