Internas acusan de abusos a los encargados del área jurídica y del centro escolar
Todo mundo en el penal sabe que los custodios son los que meten drogas
, afirman
Lunes 6 de septiembre de 2010, p. 38
Internas del Centro Femenil de Readaptación Social de Tepepan denunciaron que, además de la prostitución en los reclusorios, es necesario acabar con el resto de las anomalías que cometen funcionarios, custodios y encargados de brindar servicio a las mujeres recluidas en ese penal.
Entre las denuncias hechas por las quejosas están el maltrato y falta de atención, además de que se da preferencias a las internas que acceden a mantener relaciones
con Ricardo Márquez Hernández, encargado del área jurídica, entre cuyas funciones están dar asesorías, orientación y documentación a las internas que así lo soliciten.
Sin embargo, las veces que acudimos a pedir cualquier información o apoyo el licenciado Márquez Hernández nos ha tratado con gritos y prepotencia.
Estas mismas acusaciones son hechas contra el encargado del centro escolar, Carlos Retana, por lo que el centro tiene poca asistencia
.
“El maestro también mantiene relaciones con varias internas adictas y no adictas, informándoles de asuntos que se ventilan en el Consejo Técnico, aparte de pedir dinero prestado, y no paga… al finalizar los cursos, no entrega constancia y así nos desmoralizamos.”
Mediante testimonios escritos, otra de las internas da cuenta del tipo de revisión que fue sujeta tras una visita a su pareja, preso en otro reclusorio:
Cuando llegué aquí a Tepepan (de la visita interreclusorios) me revisaron y tocaron el área genital y la verdad me sentí muy mal. Me pusieron a hacer sentadillas con los calzones abajo
, dice el testimonio.
La mujer refiere que son los custodios los que meten las cosas prohibidas, como la droga. Sólo quieren tapar el sol con un dedo, pero aquí todo el penal sabe que (el personal de) seguridad y custodia son los que meten todo.
Las internas piden directamente a Celina Oceguera, subsecretaria del Sistema Penitenciario, atender sus demandas, ya que hasta ahora sólo el personal de la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal ha tomado en cuenta sus quejas.