Los archivos históricos de un país son fundamentales para dar rumbo, cohesión social, preservar la identidad nacional, construir democracia y ciudadanía y promover la transparencia y rendición de cuentas, aseguró Aurora Gómez Galvarriato, directora del Archivo General de la Nación (AGN).

En tal sentido sostuvo que el bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución deben dar pie a otorgar mayores recursos materiales, humanos y en infraestructura para el resguardo y conservación de los documentos, así como comprometer en mayor medida a las organizaciones civiles con la tarea.

Entrevistada al concluir la ponencia de James Allen Smith, director de investigación y educación del Rockefeller Archive Center, la funcionaria resaltó también que los archivos no sólo permiten conservar la memoria histórica (remota y reciente), la cual nos hace ser lo que somos, sino también que los hechos ocurridos no sean desvirtuados o trastocados.

–¿Sin los archivos se puede imponer la historia que se quiera?

–Claro, en los archivos podemos corroborar lo que sucedió. Aquí en el AGN podemos ver documentos que nos dicen que efectivamente el cura Hidalgo existió, y nos muestran cuál fue su importancia. Aquí hay mucho más de lo que sabemos, hay más documentos incluso de los que han podido ver los historiadores.

A través de ellos la memoria se va construyendo todos los días, no es estática, sin la memoria que generan los archivos acabaríamos con historias oficiales totalmente acartonadas y vacías.

Luego de indicar que en el AGN existen 42 kilómetros lineales en documentos y muchos muy valiosos de la Independencia que todavía no se han estudiado, así como del siglo XIII traídos de Europa y códices del siglo XVI, dijo que como país hay que darle mayor relevancia al cuidado de éstos y alertó que existe el riesgo de perder documentos de los años 50 en adelante del siglo pasado porque están en bodegas muy descuidadas.

Señaló que para salvarlos y brindar mejor resguardo se construirá un nuevo edificio para el AGN, pues sus instalaciones fueron una cárcel y no se puede tener control de humedad y temperatura, así como condiciones seguras de consulta.

Existe el gran riesgo de perder la memoria de los años 50 en adelante porque los archivos de concentración están en bodegas muy descuidadas y en el AGN necesitamos más espacio, por eso vamos a construir el nuevo edificio para traerlos. También debemos tener más recursos para ayudar a las entidades a organizar sus archivos, cada una tiene su propio acervo, pero las condiciones son en general muy malas, alertó.

Remarcó que ya se cuenta con el proyecto arquitectónico del nuevo edificio y que en este mes podría empezar su construcción en el predio contiguo al Archivo General de la Nación.