Tijuana, BC, 4 de septiembre. Elba Esther Gordillo, presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), señaló que el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Alonso Lujambio, parece más preocupado en buscar la Presidencia de la República que en mejorar la calidad de la enseñanza.

En declaraciones formuladas tras clausurar un seminario de dirigentes seccionales, la lideresa rechazó que haya un amasiato entre el gremio magisterial y la dependencia federal, como aseguró Vernor Muñoz, cuando era relator de Naciones Unidas para el Derecho a la Educación.

Gordillo consideró lamentables los cuestionamientos de grupos equis; sostuvo que los docentes han tratado de coordinarse y comprometerse con la autoridad, no como subordinados, sino como coadyuvantes, para dar calidad y competitividad a la enseñanza, en particular la pública, que es adonde asisten los que menos tienen y los que carecen de casi todo.

Asimismo, cuestionó la falta de continuidad que hay en el sector educativo desde los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y ahora en el de Felipe Calderón. ¿Cuánto han durado los secretarios de Educación en algunos sexenios? ¿Cuántos titulares han pasado en 18 años?. “Los últimos dos secretarios que ha habido en este gobierno: la señora Josefina Vázquez Mota y el señor Lujambio, están muy preocupados por la Presidencia de la República, y no sé si tengan la misma ocupación por la educación.

Sin mecanismos de evaluación

No hay ningún mecanismo de evaluación por parte de la SEP sobre descentralización de la enseñanza, pero lo más grave es que desde 1992 lo hemos solicitado múltiples veces y nos hemos sentado a la mesa para evaluar las debilidades y fortalezas del federalismo educativo, en una dinámica tal que parece juego de ping-pong entre los gobiernos federal y estatales, y eso ha complicado las cosas.

La dirigente magisterial deploró que a las autoridades no les preocupe emprender las reformas necesarias, por lo que urgió a los miembros del sindicato, gobierno, medios de comunicación y sociedad a revisar a fondo y estructuralmente el sistema nacional de educación, para que haya una política de Estado que eleve la calidad a partir de la existencia de escuelas con horarios de tiempo completo y alimentación adecuada. La tarea es de todos, no sólo del Presidente o del gobierno, dijo.

Por otra parte, descartó que su pretensión sea encabezar la SEP, dado que ya está muy honrada de ser la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE.

Gordillo refirió que al existir muchas madres y padres que salen a trabajar sin saber dónde van a dejar a sus hijos, se requieren jornadas escolares que comiencen a las 7:30 y concluyan a las 18 horas, que incluyan comida caliente para los alumnos, actividades de fortalecimiento en matemáticas y español, y recreativas, como música y danza.

Rechazó el argumento oficial de que se requieren cuantiosos recursos para instalar las escuelas de tiempo completo, por lo que planteó la multiplicación de tales planteles como justificante de una gran inversión que resolverá problemas sociales fundamentales y hará ganar a todos, sobre todo a los estudiantes.

Gordillo excluyó a los profesores como factor del lento aprendizaje y la falta de calidad educativa, especialmente porque su formación no está en el nivel de educación básica, sino en la Subsecretaría de Educación Superior.