Washington, 3 de septiembre. Por tercer mes consecutivo Estados Unidos siguió perdiendo empleos; en agosto las nóminas se redujeron en 54 mil puestos, con lo que la tasa de desocupación se elevó a 9.6 por ciento, después de permanecer dos meses en 9.5 por ciento.

El presidente Barack Obama saludó las noticias positivas sobre el empleo, pero advirtió que ese avance aún no es suficiente. Es una noticia positiva y refleja los pasos que hemos dado para salir de esta recesión, pero no es suficientemente buena, dijo Obama en la Casa Blanca.

Adelantó que la próxima semana anunciará un nuevo paquete de medidas para impulsar el crecimiento económico y la contratación de personal, tras considerar de noticia positiva el informe de empleo de agosto, el cual alivió la presión para que el banco central tome nuevas medidas para impulsar a la economía.

De acuerdo con el informe del Departamento del Trabajo, en agosto se perdieron 54 mil plazas laborales, muy por debajo de las 120 mil que preveían los analistas; en el sector público se eliminaron 121 mil puestos, pero el sector privado (considerado una mejor medición del mercado laboral) sumó 67 mil nuevas plazas, más de las 44 mil anticipadas.

El informe alivió el temor de una recaída de la economía provocada en julio por una serie de indicadores pesimistas que desaceleraron la recuperación y despertaron el temor a una nueva recesión.

Problema añejo

Obama defendió su política económica y arremetió contra la oposición republicana que bloquea una de sus propuestas para impulsar a las pequeñas y medianas empresas y que, afirma, ampliará las ventajas fiscales y favorecerá las condiciones de préstamo para la creación de empleos.

No hay ninguna solución rápida a la peor recesión que hemos vivido desde la Gran Depresión, dijo el mandatario y agregó que los actuales problemas económicos se gestaron durante años y va a llevar más tiempo de lo deseado repararlos.