Milán, 3 de septiembre. El plan de Rusia para extender la veda a sus exportaciones de granos desestabiliza a los mercados pero no implica una mayor probabilidad de que se repita la crisis alimentaria de 2007-2008, dijo un economista de Naciones Unidas este viernes, tras la muerte de siete personas en disturbios por alimentos en Mozambique.

En Mozambique, la calma fue restaurada el viernes tras dos días de disturbios. La violencia fue provocada por una escalada del precio del pan en el país del sur de África, en la que siete personas, incluidos dos niños, murieron y 288 resultaron heridas, aparte de registrarse daños por millones de dólares.

La menor producción de trigo en Rusia, un país golpeado por la sequía que el año pasado había sido el tercer mayor exportador de granos, elevó los precios internacionales del cereal a máximos en dos años este verano y generó temores de una brusca escalada de los valores de los alimentos.

Es cierto que Rusia está pensando en extender el embargo, pero eso aún no significa que vayamos a tener una crisis, dijo a Reuters Abdolreza Abbassian, economista de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).

El primer ministro ruso Vladimir Putin dijo el jueves que la prohibición de las exportaciones, que debía ser revisada después del 31 de diciembre, se extenderá hasta finales de 2011, lo que generó incertidumbre entre los analistas y provocó una nueva subida del precio del trigo.

Acciones como ésta simplemente irán contra la estabilidad (de los mercados de granos), dijo Abbassian, también secretario del Grupo Intergubernamental sobre Granos, porque se trata de un gran exportador e influye en el mercado. Puede tomar decisiones unilaterales como esa y eso causa perturbaciones del mercado”, agregó.

Abbassian confió en que lo que quiso decir Putin es que la prohibición se extenderá si empeora la situación: sigo esperando que haya habido algún error de interpretación, sostuvo el economista.

Después de dos años de cultivos abundantes en todo el mundo, la FAO ha dicho que la situación de los mercados globales sigue siendo diferente de la crisis alimentaria de 2007-2008, que desató disturbios por alimentos en algunos países en desarrollo y compras de pánico en otros.