El gobierno mexicano ofreció una visa humanitaria para permanecer en el país al único sobreviviente de la masacre de migrantes ocurrida a principios de esta semana en San Fernando, Tamaulipas. Al mismo tiempo, en Ecuador, la familia de ese joven se encuentra bajo resguardo policial tras recibir amenazas del traficante de personas (coyotero, en el argot local) con el que se arregló el viaje, según informó la Secretaría Nacional del Migrante.

Cuando él recupere la salud, de la cual se encarga el gobierno mexicano, tendrá que decidir si quiere permanecer en México para seguir apoyando las investigaciones y el esclarecimiento del caso, declaró la comisionada del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero, de quien se ha solicitado la renuncia ante la presunción de que elementos de esa dependencia han sido incapaces para enfrentar a las bandas que plagian a migrantes, e incluso se coluden con ellas.

La familia del ecuatoriano que salvó la vida en el ejido El Huizachal está compuesta por dos tíos, algunos sobrinos y su esposa de 17 años, embarazada de cuatro meses. Todos viven en condiciones precarias.

El coyotero, cuyo nombre no se ha revelado y sobre quien pesa ya una demanda en la Fiscalía de Ecuador, habría recibido 11 mil dólares por trasladar al muchacho a Estados Unidos, donde pensaba reunirse con sus padres, quienes desde hace dos años viven, también indocumentados, en Nueva Jersey.

En la ciudad de México el vicecanciller de Honduras, Alden Rivera, confirmó que se ha identificado a 14 ciudadanos de su país entre los asesinados en San Fernando por pistoleros del cártel de Los Zetas.

En conferencia de prensa, el diplomático condenó la masacre e hizo explícita la demanda de su gobierno para que se indaguen los hechos, se identifique a los responsables y se les sancione. Rivera llamó la atención sobre el que los migrantes, en su paso por México hacia Estados Unidos, enfrentan agresiones, secuestro y extorsión, pero ahora se agrega el asesinato y el reclutamiento por bandas de delincuentes. Instó a un diálogo para detener el crimen organizado y proteger a quienes migran, desde Alaska hasta la Patagonia.

Mientras, en reunión con representantes de los gobiernos de Brasil, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Honduras, autoridades de México reiteraron la más enérgica condena del presidente Felipe Calderón a la masacre de los 72 migrantes y se comprometieron a brindar todo su apoyo en las tareas de protección y asistencia consular que se llevarán a cabo.

Por la cancillería mexicana estuvo, entre otros, el subsecretario para América Latina, Salvador Beltrán del Río, así como altos funcionarios de la Presidencia y de las secretarías de Gobernación, Marina y Seguridad Pública, y de la Procuraduría General de la República, del Instituto Nacional de Migración, así como del gobierno tamaulipeco.

Beltrán del Río ratificó su disposición para cooperar con sus contrapartes de los cinco países a fin de avanzar en los procedimientos para la investigación de los hechos y ofreció su cooperación para el traslado de los cuerpos una vez establecida la identidad y la nacionalidad de los mismos.

También se acordó mantener informadas a las representaciones diplomáticas y consulares sobre los avances en las investigaciones en torno a estos condenables acontecimientos que enlutan no sólo a México, sino a toda América Latina.

En San Salvador, el canciller Hugo Martínez, confirmó que lleva contabilizados 12 connacionales víctimas de la masacre. Expuso que sus representantes en México están trabajando en la identificación y recuperación de los cuerpos de las víctimas.

En la misma conferencia de prensa, el secretario general adjunto de la OEA, Albert Ramdin, lamentó los hechos y dijo esperar que los responsables sean encontrados y castigados.

En Brasil, el jefe de la diplomacia, Celso Amorim, calificó de tragedia el asesinato de migrantes, entre los cuales se encuentra al menos un ciudadano de ese país.

Lamentó que haya connacionales que se expongan a riesgos para buscar una vida mejor en otros países. Los brasileños tienen hoy una perspectiva de vida mucho más próspera en Brasil. Creo que por eso no necesitarían correr tantos riesgos. El cónsul general en México, Marcio Lange, trabaja en la identificación de las víctimas, y hasta ahora uno corresponde a esa nación sudamericana.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala informó que al menos dos ciudadanos de ese país figuran entre los migrantes asesinados. El gobierno de esa nación lanzó un llamado a la calma a familiares y amigos de posibles víctimas de la masacre. El número de víctimas procedentes de ese país podría llegar a cuatro.

El gobierno de Bolivia calificó de barbarie criminal lo ocurrido en Tamaulipas y expresó su más enérgico repudio y rechazo por constituirse en actos cobardes que enlutan a todos los pueblos de América Latina.